En el contexto de desinversiones que está obligado a realizar Gas Natural, comprometido con la Comisión de Defensa de la Competencia, se han establecido conversaciones con la comercializadora catalana, Factorenergía, que ha decidido apostar por entrar también en producción. Su director general, Emili Rousaud, ha afirmado que “ahora es el momento para apostar por la gestión de ciclos combinados. Con los nuevos recursos que han entrado en caja, estamos estudiando adquirir algunas de las plantas que están a la venta”.
Después del cambio accionarial producido este verano en Factorenergía, con la salida de la constructora Copcisa y la entrada del fondo de capital riesgo JZI, -propiedad del grupo estadounidense Jordan Company-, se está pergeñando un nuevo plan estratégico. “Nuestra intención es disponer en el futuro de un mix de producción similar al de Endesa”, afirma Rousaud que reconoce su interés por “entrar también en la generación de energías renovables. Nos han llegado algunas propuestas en este sentido y las estamos estudiando”.
La estrategia de Gas Natural pasa por no potenciar a sus principales competidores. En esa línea, procedió a la venta este verano de dos plantas a la suiza Alpiq, a través de su filial Atel Energía. Factorenergia, que controla tan solo el 1% de la distribución eléctrica en España, reúne las condiciones para no ser un duro competidor. Además la necesidad de suministro de gas le convertiría en un partner de GN.
JZI ha insuflado siete millones de euros en los fondos propios de Factorenergía, vía prima de emisión, haciéndose con el 65% de la propiedad lo que posibilitará futuras adquisiciones. Rousaud a su vez ha ampliado su porcentaje en el capital de la compañía (del 15% que poseía hasta el 35%).
Ante la posibilidad de ampliar substancialmente el negocio, Rousaud no descarta un fortalecimiento de sus fondos propios aunque para estas compras el desembolso sería menor (un 10% de la operación) utilizando financiación externa para el resto. El endeudamiento actual de la compañía es nulo lo cual ayudaría a la operación.
La sexta comercializadora española, especializada en pymes (dispone de 22.000 clientes siendo su cliente más importante ADIF que compra por valor de 30 millones de euros anuales), está viviendo un momento dulce. En el primer semestre de este año ha conseguido aumentar substancialmente su negocio. Prevé cerrar 2010 con una facturación de 130 millones de euros y un beneficio bruto en torno a los 7,5 millones (en 2009 fue de 2,5 millones).
Para Rousaud hoy en día el valor de la compañía “puede rondar los 20 millones de euros”. El nuevo plan estratégico pretende quintuplicar su tamaño en tres años y superar los 600 millones de facturación en 2013.