Finalmente, y aprovechando el fin de semana largo, descongelé las facturas del reto de Daring Bakers.
Las dejé levar, y las cociné.
Las terminé de la manera tradicional de estos lares: las pinté recién salidas del horno con un almíbar ligero. El sabor mejoró muchísimo con el dulce del almíbar, pero el hojaldre no tuvo salvación.
Definitivamente tengo que probar otra receta, una de esas archivadas que alguna vez hice y salió bien. Y dedicarle un día entero a las vueltas: desde la mañana temprano hasta la noche, y cocinarlas al otro día. O empezar el sábado, hasta la mitad, y finalizarlas el domingo, así para la hora del mate que se pueden hornear!
Igualmente dejo algunas fotos, las que pude sacar antes que se las devoraran!
A mí no me convenció la receta, pero nadie se quejó a la hora de comerlas! :)