La historia es impresionante (miedo, exilio, ruptura familiar, pobreza, persecución) y nos hace plantearnos cosas a los que gozamos pacíficamente de lo que a otros cuesta tanto. Fadelle se pasa años deseando poder comulgar, aprendiendo a querer al prójimo (y a perdonarlo), dando a la fe cristiana la adhesión que nunca pudo otorgar al islam.
La historia es muy reveladora y removedora. El libro en sí, como tal, es discreto, aunque en este caso quizás sea lo de menos. Flaquea en el desarrollo y sobran páginas.