Como 1984, de George Orwell, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas de televisión que ocupan paredes y exhiben folletines interactivos; avenidas donde los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; una población que no escucha otra cosa que una insípida corriente de música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas.
Hola cautivos, este libro lo encontré en la biblioteca y su título me recordó a un documental de hace unos años, y lo saque por eso, la verdad no tenía idea de que escondían sus páginas.
Esta pequeña novela es contada en primera persona y los personajes principales son justamente los ausentes… los libros.
La historia inicia con el bombero Guy Montag que regresa a casa y a su paso aparece una jovencita llamada Clarisse —muy curiosa— que le pregunta cosas que alteran su mundo, ¿qué podría preguntar para causarle una sacudida mental? —Sencillo— ¿Es feliz? Simple ¿no?
La sociedad en la que vive Guy ha decidido que los libros son una amenaza para la sociedady desde hace varios años se han dedicado a quemarlos, los bomberos ya no sofocan el fuego puesto que la tecnología logró construir casas con materiales que no son inflamables dejándolos con la tarea de ser inquisidores.
El país de Guy está sumergido en la monotonía, gracias al gobierno a quien le gusta que sea así. Las personas se la viven viendo unas megas pantallas con contenido basura, oyendo tonterías todo el tiempo, viendo comerciales en todos lados, simplemente su cerebro es una mera decoración, ya que no lo ocupan.
“Hemos de ser todos iguales. No todos nacimos libres e iguales, como dice la Constitución, sino todos hechos iguales. Cada hombre, imagen de cualquier otro. Entonces, todos son felices, porque no pueden establecerse diferencias ni comparaciones desfavorables. ¡Ea! Un libro es una arma cargada en la casa de al lado. Quémalo. Quita el proyectil del arma. Domina la mente del hombre. ¿Quién sabe cuál podría ser el objetivo del hombre que leyese mucho?”
Justamente por esto los libros están vetados y quien tenga uno, es juzgado como un criminal y todas sus cosas son quemadas y la persona obviamente va a la cárcel.
El jefe de bomberos es una persona que realmente odie, además usa las palabras de los libros para usarlas en su contra y mientras lo leía pensé y como carajos sabe tanto si se supone que no lee libros, en un parte dice que leyó un poco pero por Dios todo lo que dice me hace pensar que leyó mucho.
Los personajes descritos tienen rutinas muy marcadas y aburridas, razón por la cual Montag decide cambiar, en un incendio se hace de un libro y se da la oportunidad de leerlo y esto realmente le cambia la vida, conoce a otra persona que comparte su deseo de lectura y juntos hacen un plan pero… no diré más deseo que lo lean, se den la oportunidad de saber que pasa en un mundo sin libros —para mí sería terrible—, además últimamente está muy de moda las novelas distópicas, entonces ¿por qué no darle la oportunidad a una de las primeras historias de este género?
Respecto al final, he de decir que no me sorprendió —y no digo que sea predecible— solo digamos que esperaba algo un poco más fuerte pero tampoco es decepcionante yo lo definiría como esperanzador y ¿qué mejor que eso para un sociedad tan corrompida?
La recomiendo y mucho, es una de esas novelas que no puede faltar en tu librería —pero no solo de adorno—.
PUNTUACIÓN.5/5
Me encantaría saber si les llama la atención, o ya la leyeron o que piensan al respecto?
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