Falaces especialistillos

Publicado el 30 mayo 2014 por Noostradamus
Proliferan estos días en los medios los sabios especialistas económicos que explican a los ciudadanos, por si no lo sabían, en qué consiste eso de la renta básica ciudadana de la que tanto se habla por ir en algún programa electoral y todos coinciden en su explicación. Según ellos, esto quiere decir darle dinero a todos los ciudadanos independiente de su renta, lo cual es disparatado y además eleva la cifra a una cantidad inasumible mientras el gasto no suponga que alguno se lleva la mordida, en cuyo caso nada es demasiado, como se ha comprobado cuando se ha destapado el saqueo organizado de las cajas de ahorros y todas las administraciones posibles, con dinero de los contribuyentes o con fondos europeos. Multiplicar una cifra como 8.000 euros al año por 47 millones de habitantes da una cifra inasumible para los que se tragan todo lo que se recauda y mucho más todos los días del año tapándolo con peloteos hacia el siguiente año de los gastos para trampear los datos y aparentar que la cifra se reduce con amaños contables para crédulos y descerebrados.
Pero puede que todos estos especialistas no hayan caído en la cuenta de que en ningún sitio le concederían una ayuda a la renta para llegar a unos mínimos de supervivencia a quien tiene renta suficiente, como es el caso de todos ellos. Ayudemos a aclarar a estas mentes privilegiadas las cosas para sacarlos de su error (o estulticia). Su análisis se basa en que esta renta mínima garantizada tiene que beneficiar, porque ellos así se lo sacan de la manga, a todos los ciudadanos por muy ricos que sean, es la falaz universalidad que perjudica a los que no tienen para repartir con los que no necesitan. Puro marraneo antisocial disfrazado de medida social por la que debe repartir la ayuda social el pobre con el millonario. Lo cual no pasa en ningún sitio y por eso es imposible, como la democracia suiza en España, la cual no es posible porque no puede ser y además es imposible porque así lo ordena la autoridad, puro bananerismo tercermundista.
Ajustemos pues las cosas al sentido común, una renta de supervivencia no se le da a quien no la necesita porque tiene sus necesidades cubiertas, de manera que podemos dejarnos de chorradas de multiplicar por 47 millones de habitantes y lo podemos reducir al 10% del importe falazmente inventado por los presuntos especialistas, que demuestran no serlo, cuentistas sí. Una renta básica sólo beneficiaría a las personas que carecen de rentas suficientes para sobrevivir, no a los banqueros multimillonarios. Cierto es que entonces no tendrían que ir los ciudadanos a pedir limosna a organizaciones "de caridad" porque se comprarían sus alimentos al tener sus rentas mínimas garantizadas, lo cual provocaría que en lugar de voluntarios donando comida ganasen los tenderos que así podrían dejar de tener que cerrar para pasar a vivir de la caridad o de rebuscar la comida en los cubos de basura. A fin de cuentas, no es creíble que lo que existe en el País Vasco no pueda existir en el resto de España, salvo que aceptemos que sus fronteras coinciden con las de Europa, porque existe en Francia desde los años 80 del siglo XX, como en el resto de países al norte de los Pirineos.
En realidad el problema lo ha generado el ministerio fiscal español cuyos técnicos se han cansado de repetir en los medios de comunicación que el fraude fiscal español asciende a 250.000 millones de euros anuales. Y como el mismo estado es el que dice que hay unos cuatro millones de desempleados que no perciben nada de nada y por lo tanto quedan para pedir limosna o la sopa boba del convento, la cifra total de la citada renta queda en 32.000 millones de euros al año. Una pasta, aunque eliminado el fraude fiscal, supondría que en las arcas públicas quedarían 218.000 millones más al año de lo que se recauda actualmente. 
Lo que es inexplicable es que los presuntos sabios lleguen a conclusiones tan delirantes sobre en qué puede consistir una ayuda a la renta de los ciudadanos con ingresos insuficientes para subsistir. El verdadero problema es que entonces los pobres le cuestan dinero al estado y esto obligaría al mismo a solucionar el problema del desempleo más monstruoso de Europa en número de personas perjudicadas. Y eso supondría que algunos tendrían que trabajar para solucionar el problema del desempleo, lo cual es muy duro para los que cobran por no hacer su trabajo, como es el caso español. No hay país que pueda funcionar si sus especialistas son al parecer los más tontos del mundo, como se demuestra con las sandeces con las que justifican que algo es imposible siempre que emplees argumentos falaces que así lo demuestren. Claro que entonces no es que sean tontos, es que obran de mala fe para engañar a los ciudadanos, en cuyo caso no son especialistas de puro tontos si no de puro hijos de puta, con perdón de las mismas que no tienen la culpa.