Fallece editor de "El Vívora" , Josep Maria Berenguer

Publicado el 24 abril 2012 por Lanuez

Josep Maria Berenguer "Ha sido "el gran editor de cómic underground de España, alguien que con su revista provocó la ruptura con los formalismos, un símbolo de libertad creativa"

MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) El editor y activista cultural Josep Maria Berenguer (Barcelona, 1944-2012) falleció el 23 de abril en Barcelona. Editor de La Cúpula era un referente internacional del mundo del cómic y uno de los renovadores de la industria desde la Transición, cuando publicó la revista El Víbora. Josep Maria Berenguer fue miembro fundador de FICOMIC, siendo hasta su fallecimiento vicepresidente de la misma entidad. Estudió Bellas Artes y en los años sesenta y setenta, se ganaba la vida como fotógrafo e ilustrador freelance, además de participar en algunas exposiciones de pintura y de fotografía y de diseñar y construir lo que él llamaba "cúpulas geodésicas". Gracias a sus diversos viajes por Estados Unidos, conocía de primera mano la cultura underground, tanto los comix como la literatura de Jack Kerouac o Allen Grinsberg. A finales de los años setenta, se cruzó con el editor de cómics Josep Toutain; ambos vivían en La Floresta (Barcelona) y colaboraban en el boletín de la asociación de vecinos de esta localidad, titulado El enterao; Toutain escribía, Berenguer ilustraba. Cuando Berenguer le explicó a Toutain que quería fundar una revista de artes visuales, hablando de pintura, ilustración, cine, fotografía y cómics, éste le respondió que le dejaba el dinero si editaba una revista de historietas. Y así lo hizo. En 1979 nacía El Víbora, una publicación comprometida, contracultural, urbana e independiente, que se convirtió en un referente para más de una generación de lectores y de autores. Allí publicaron algunos de los mejores creadores de la historieta nacional e internacional. El Víbora apostó por los cómics de calidad, personales, aportando una pequeña gran revolución a la industria de la historieta española, y dando a conocer a creadores de la escena independiente de todo el mundo. Ediciones La Cúpula, la editorial de Berenguer, publicó otras revistas, como Makoki (1982), Kiss Comix (1991) o Claro que sí cómics (2005), y multitud de libros y de novelas gráficas. Berenguer, además, estaba especialmente motivado con la promoción y divulgación de la historieta, participando en diversas actividades, como concursos, charlas y debates.
Descanse en paz Don Josep Maria Berenguer, abrazos a los familiares y amigos en una perdida que se siente también desde aquí para los que fuimos lectores de "El Vívora" y para lo que gozamos de su amabilidad a través de La Cúpula.

El Comunicado de LA Cúpula a través de Tomas Pardo: y Monserrat Terrones
  FALLECE EL EDITOR JOSEP MARIA BERENGUER
El editor y activista cultural Josep Maria Berenguer (Barcelona, 1944-2012) falleció ayer 23 de abril en Barcelona. Editor de La Cúpula era un referente internacional del mundo del cómic y uno de los renovadores de la industria desde la Transición, cuando publicó la revista El Víbora. Josep Maria Berenguer fue miembro fundador de FICOMIC, siendo hasta su defunción vicepresidente de la entidad. Estudió Bellas Artes y en los años sesenta y setenta, se ganaba la vida como fotógrafo e ilustrador freelance, además de participar en algunas exposiciones de pintura y de fotografía y de diseñar y construir lo que él llamaba “cúpulas geodésicas”. Gracias a sus diversos viajes por Estados Unidos, conocía de primera mano la cultura underground, tanto los comix como la literatura de Jack Kerouac o Allen Grinsberg. A finales de los años setenta, se cruzó con el editor de cómics Josep Toutain; ambos vivían en La Floresta (Barcelona) y colaboraban en el boletín de la asociación de vecinos de esta localidad, titulado El enterao; Toutain escribía, Berenguer ilustraba. Cuando Berenguer le explicó a Toutain que quería fundar una revista de artes visuales, hablando de pintura, ilustración, cine, fotografía y cómics, éste le respondió que le dejaba el dinero si editaba una revista de historietas. Y así lo hizo. En 1979 nacía El Víbora, una publicación comprometida, contracultural, urbana e independiente, que se convirtió en un referente para más de una generación de lectores y de autores. Allí publicaron algunos de los mejores creadores de la historieta nacional e internacional. El Víbora apostó por los cómics de calidad, personales, aportando una pequeña gran revolución a la industria de la historieta española, y dando a conocer a creadores de la escena independiente de todo el mundo. Ediciones La Cúpula, la editorial de Berenguer, publicó otras revistas, como Makoki (1982), Kiss Comix (1991) o Claro que sí cómics (2005), y multitud de álbumnes y de novelas gráficas. Berenguer, además, estaba especialmente motivado con la promoción y divulgación de la historieta, participando en diversas actividades, como concursos, charlas y debates. Saludos, Tomás Pardo Prensa / FICOMIC

El escritor y cineasta Hernán Migoya, que trabajó con el editor durante 8 años, ha destacado que Berenguer ha sido "el gran editor de cómic underground de España, alguien que con su revista provocó la ruptura con los formalismos, un símbolo de libertad creativaJesús Jiménez reseñando a Migoya en RTVE




Sobre las revistas de cómic.  
"Creo que las revistas volverán de alguna manera. En estos momentos ha habido unos tiempos de sequía; sobre todo en la segunda mitad de los años 90 desaparecieron prácticamente todas las revistas. Pero ahora parece que está sucediendo algo como lo que sucedió en los años 80, en que los medios de comunicación, las administraciones públicas, las universidades y otras instituciones tomaron cierto interés por el fenómeno del cómic". [...] "...la revista es un campo de pruebas, de experimentación y también un campo de aprendizaje para los autores. Empezar haciendo historias cortas, de ocho páginas, de cuatro páginas, es como el novelista que empieza haciendo cuentos cortos para publicar en revistas literarias o suplementos de periódicos. Y eso es muy positivo, es un aprendizaje". [...] "Ahora hacemos novelas gráficas y, que a un autor que empieza que de pronto le digas ",no, no, una historia de seis, ocho o diez páginas no, hazme una de ochenta o cien", es duro".
Recopilado de El Kiosco de Dolan