El reconocido artista suizo H.R. Giger ha muerto a la edad de 74 años como consecuencia de las heridas sufridas por una caída en las escaleras de su casa. Giger, que falleció ayer en un hospital de Zurich, alcanzó la fama y la leyenda gracias al diseño de los xenomorfos que creó para la película Alien de Ridley Scott, lo que le valió un Oscar a los Mejores Efectos Especiales en 1980.
Nuestro pequeño repaso a los logros de este transgresor arquitecto de macabros seres y sueños, tras el salto.
Nacido en la localidad suiza de Chur en 1940 e hijo de un farmacéutico, Hans Ruidi Giger, pintor, escultor, diseñador y arquitecto de interiores, estudió arquitectura y diseño industrial. Fue a principios de los 60 cuando comenzó a realizar sus primeros dibujos a tinta y al óleo. De esta época son los bocetos de sus célebres Niños Atómicos, que vaticinaban los efectos de un apocalipsis nuclear.décadas antes de la desastre de Chernobyl.
Entró en contacto con el mundo del cine gracias a su participación en el ambicioso proyecto inconcluso de Dune de Jodorowsky, junto con Dalí y Moebius, que fue cancelado debido precisamente a sus dimensiones; sin embargo, no fue en vano, ya que Dan O'Bannon, guionista de Alien, se quedó alucinado con el libro artístico de Giger, Necronomicon, inspirado en la obra de Lovecraft, y convenció a Ridley Scott para contratar al dibujante y que diseñara las criaturas y los escenarios. Su "terrible" talento, además de en la saga de Alien, fue también usado para Poltergeist 2 (1986) y Species (1995).
Li (HR Giger)
Giger, quien también trabajó en algunos videojuegos para ordenador como Dark Seed (1995), es también conocido por sus esculturas, pinturas y muebles. Un tema recurrente en su obra -y no siempre bien recibido por algunos sectores- eran precisamente sus criaturas "biomecánicas", término que él mismo acuñó, una mezcla de partes humanas y mecánicas con un fuerte tono sexual y sádico de lo más impactantes no aptas para estómagos sensibles.La mayor parte de sus diseños y colecciones se encuentran en su propio museo, inaugurado en el verano de 1998 en el Château St. Germain, en la histórica ciudad amurallada medieval de Gruyères. Frente al museo se encuentra un bar cuya decoración está totalmente inspirada en el imaginario de Giger. También en Suiza abrió dos Giger Bar más e incluso hubo otro en Nueva York y un cuarto en Tokio.
Hoy, decimos adiós a uno de los artistas más influyentes en el cine de género. Hasta siempre, genio, gracias por sumergirnos contigo en tus más terroríficas y deliciosas pesadillas.