Su último film fue "Paris Tombuctú", una película muy alejada de las grandes obras que rodó anteriormente. Incluso la goyarizada "Todos a la cárcel" se sobrevaloró enormemente por estar realizada por el gran maestro.
Por eso prefiero recordar las películas que mencioné inicialmente y que fueron la demostración palpable de la valentía impregnada de humor que retrató una época. Más allá de premios o reconocimientos, su gran aportación fue un nuevo estilo de hacer cine utilizando la risa para criticar las injusticias y males que inundaban nuestra sociedad.
Que descanse en paz y desde arriba ilumine a nuestros directores noveles.
José Daniel Díaz