Según ha podido conocer EL MUNDO de Andalucía de fuentes cercanas a la familia, el ingreso se produjo hacia las 15 horas del día de Reyes Magos. Hasta las 3.30 de la madrugada del día 7, y después de las quejas reiteradas de su mujer e hijos, el paciente (afectado por una enfermedad ósea) no subió a planta, donde inmediatamente comprobaron que sus constantes vitales estaban ya bajo mínimos.
Aunque también destacan la profesionalidad tanto de los médicos como de los enfermeros que lo atendieron finalmente, las fuentes consultadas califican de «inhumano» el trato dispensado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) al fallecido, quien durante las últimas semanas estaba respondiendo bien a un tratamiento farmacológico pero acudió al hospital sevillano después de pasar una mala noche tosiendo en su casa.
Conforme avanzaron las horas de estancia en las urgencias del Macarena, el enfermo experimentó una importante hinchazón de las piernas que alertó a su esposa, quien reclamó insistentemente que atendieran a su marido ante el evidente agravamiento de su estado. Lo que lograron sus quejas es que al final pasaran directamente al paciente a planta y no a observación, aunque en un estado que precipitó el fatal desenlace.
Según el entorno de la familia del fallecido, lo que más habría indignado a la viuda y a los hijos cuando vieron la habitación donde acabó el fallecido fue descubrir que ni siquiera estaba hecha la cama, cuando en un principio les indicaron que el problema es que había que preparar el cuarto. Además, paradójicamente de lo que se quejaban los enfermeros y auxiliares en planta era de la tardanza en remitirle a los enfermos desde la UCI, asegurando que estaban aguardando pacientes desde las 22 horas.
Sin personal suficiente
«Lo que ha tenido que pasar esta familia no tiene perdón de Dios, pero es que la única vía de entrada para recibir atención médica en un día de fiestas son las urgencias y al menos este pasado Día de Reyes estaban absolutamente desbordadas. Porque no es que los médicos estuvieran de brazos cruzados y que no llamasen a nadie por megafonía: es que no había personal suficiente para atender a tantos enfermos», denuncian las fuentes consultadas por este diario, que resaltan que al fallecido tuvieron que ponerle oxígeno mientras aguardaba en los pasillos por los síntomas de asfixia que presentaba, pese a lo cual no recibió atención médica hasta 12 horas y media después de su ingreso, cuando ya estaba moribundo y nada se pudo hacer por salvar su vida.Los familiares, muy afectados por un desenlace inesperado por la buena evolución que había experimentado fallecido, descartan de momento volver al hospital para presentar una denuncia. «Les han dicho los mismos enfermeros que no hay derecho a lo que han tenido que pasar y que denuncien, pero es que ahora mismo lo último que quieren es pisar un hospital público», aseguran desde el entorno.
Con este nuevo caso, serían ya tres los fallecimientos que se han producido en los hospitales públicos andaluces durante la primera quincena de año y vinculados con el colapso de las Urgencias, coincidiendo con las fiestas navideñas y la disminución de personal en los centros, una medida muy criticada tanto por los usuarios del SAS como por la oposición parlamentaria, que está reclamando la comparecencia en el Parlamento de la consejera del ramo, la socialista María José Sánchez Rubio, para dar explicaciones. Sobre todo teniendo en cuenta que las previsiones del propio servicio andaluz son de que el pico más alto de la gripe se produzca en semanas venideras, lo que haría más inexplicable la situación que se está viviendo en centro como el Macarena.
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