Whitney Houston, quién gobernó como reina de la música pop hasta que su majestuosa voz y su imagen real fueron devastadas por el consumo de drogas, un comportamiento errático y un tumultuoso matrimonio con el cantante Bobby Brown, ha muerto. Tenía 48 años.
El publicista de Houston, Kristen Foster, dijo el sábado que la cantante había muerto, pero la causa y la ubicación de su muerte son hasta ahora desconocidas.
La noticia de la muerte de Houston llegó en la víspera de la noche más grande de la música – los premios Grammy. Es un escaparate donde una vez reinó, y donde su muerte caerá como un manto pesado en la ceremonia del domingo.
Cuando estuvo en la cima, Houston fue la chica de oro de la industria de la música. Desde la década de 1980 hasta finales de 1990, fue uno de las artistas que más discos vendieron en todo el mundo. Cautivó al público con una de gran alcance y con una particular elegancia que le hizo popular.
Su éxito la llevó más allá de la música en aventuras varias como su paso por el cine, donde protagonizó éxitos como “El guardaespaldas” y “Waiting to Exhale”.
Tenía la voz perfecta, y la imagen perfecta: fue una cantante magnífica que tenía sex appeal Influenció a una generación de jóvenes cantantes, desde Christina Aguilera a Mariah Carey, que cuando salió por primera vez sonaba tan parecido a Houston que muchos pensaron que era de Houston.
Pero hacia el final de su carrera, Houston se convirtió en un cuento con moraleja para el impresionante el número de víctimas del consumo de drogas. Sus ventas de discos cayeron en picado y los golpes no dejaron de venir, su imagen una vez serena fue destrozada por un comportamiento salvaje y extrañas apariciones públicas. Confesó que había abusado de la cocaína, la marihuana y las pastillas, y su voz se convirtió en una prístina áspera y ronca, incapaz de alcanzar las notas altas como lo había hecho durante su mejor momento.
Fue una trágica caída de una superestrella que fue una de las artistas con más ventas en la historia de la música pop, con más de 55 millones de discos vendidos en los Estados Unidos.
Parecía haber nacido en la grandeza. Era la hija de la cantante de gospel Cissy Houston, prima de la diva del pop Dionne Warwick y ahijada de Aretha Franklin.
Houston comenzó a cantar en la iglesia cuando era niña. En su adolescencia, Cantó en el coro de Chaka Khan, Jermaine Jackson y otros, además de hacer trabajos de modelo. Fue en ese momento en el que el magnate de la música Clive Davis escuchó por primera vez a Houston cantar.
“El tiempo en el que vi por primera vez su canto … fue un impacto impresionante”, dijo Davis a “Good Morning America”.
En poco tiempo, el resto del país pudo disfrutar de aquella voz, también. Houston hizo su debut en 1985 con el álbum “Whitney Houston”, que vendió millones y ha generado un éxito tras otro.”Saving All My Love for You” le trajo su primer Grammy, por Mejor Album Vocal Pop Femenino. ”How Will I Know”, “You Give Good Love” y “The Greatest Love of All” también se convirtió en número uno.
Otro álbum multiplatino, “Whitney”, salió en 1987 e incluyó éxitos como “Where Do Broken Hearts Go” y “I Wanna Dance With Somebody”.
The New York Times escribió que Houston “posee una de las más potentes voces de su generación “.
Algunos vieron su matrimonio con Bobby Brown en 1992 como un intento de refutar a los críticos. Parecía ser una unión extraña, ella fue considerada como la princesa del pop puro, mientras que él tenía una imagen de chico malo, y ya tenía hijos propios. (La pareja tuvo una hija, Bobbi Kristina, en 1993.) A lo largo de los años, iba a ser detenida en varias ocasiones, por cargos como la falta de pago de manutención de niños.
Sin embargo, Houston dijo que sus verdaderas personalidades no eran tan distantes como la gente puede haber creído.
Se necesitarían varios años, sin embargo, para que el público viese ese lado de Houston. Su actuación en 1991 con una versión de “The Star Spangled Banner” en la Super Bowl, en medio de la primera Guerra del Golfo, establece un nuevo estándar, y una vez más la reafirmada como la novia de América.
En 1992, se convirtió en una estrella en el mundo de la actuación con “The Bodyguard”. A pesar de recibir algunas críticas, la historia de una cantante (Houston) vigilada por un agente del Servicio Secreto (Kevin Costner) fue un éxito internacional.
También le dio tal vez su éxito más memorable: una interpretación ardiente, impresionante de la canción de Dolly Parton “I Will Always Love You”, que se sentó encima de las listas de éxitos durante semanas. Fue Grammy disco del año y Mejor Album Vocal Pop Femenino, y la banda sonora del “guardaespaldas” fue nombrado álbum del año.
Regresó a la pantalla grande en 1995 y 1996 con “Waiting to Exhale” y “La mujer del predicador”. Ambos álbumes de bandas sonoras resultantes, y otro exitoso álbum de estudio, “My Love Is Your Love”, en 1998, se llevó un Grammy por mejor artista femenina de R & B vocal para el corte “It’s Not Right But It’s Okay.”
Pero durante su carrera profesional de grandes éxitos abusó de las drogas. En una entrevista con Oprah Winfrey en el 2010, confesó que había abusado de las drogas. En la entrevista, Houston culpó a su inestable matrimonio con Brown, que incluyó un cargo de violencia doméstica en contra de Brown en 1993. La pareja se divorció en 2007.
Houston había declarado en el programa que estaba libre de drogas, pero las cancelaciones y varios berrinches públicos sumado a varias detenciones demostraron que la cantante todavía no había conseguido deshabituarse al uso de estas sustancias.
Houston llevó a cabo lo que parecía ser un exitoso regreso con el álbum de 2009 “I Look To You”. El disco debutó en la cima de las listas, y eventualmente iría a platino.
Las cosas pronto se vinieron abajo. Un concierto para promocionar el álbum en “Good Morning America” salió mal ya que la voz de Houston sonó irregular y fuera de tono.
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