Aunque para miles de cubanos, Amado del Pino, no sea más que el gordo que evoca un cubo de potaje en la antológica película “Clandestinos”, el dramaturgo, critico literario y periodista es mucho mas que eso y deja hoy al morir, una notable contribución a la cultura de la isla.
Amado del Pino falleció hoy en Madrid a los 56 años y la noticia no deja de sorprender a quienes siempre estaban pendientes de sus proyectos.
Del Pino era licenciado en Artes Escénicas por el Instituto Superior de Arte de La Habana, especializado en Tetralogía y Dramaturgia y desarrolló una carrera multifacética que incluyó, además de la dramaturgia, el periodismo, la crítica y la interpretación.
Varias generaciones de cubanos todavía recuerdan su personaje en la película Clandestinos (1986) dirigida por Fernando Pérez. También fue actor en Guantanamera (1994), de Tomás Gutiérrez Alea.
Amado del Pino ganó el Premio Internacional de Teatro Carlos Arniches por su obra Cuatro Menos que en 2011 se estrenó con gran éxito de público en el Centro Cultural Bertolt Brecht de la Habana. Del Pino también ostenta el Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández por su libro Los amigos cubanos de Miguel Hernández en coautoría con la periodista cubana Tania Cordero.
Sus obras teatrales más conocidas son Cuatro Menos, Tren hacia la dicha, Triángulo, y Penumbra en el Noveno Cuarto.
Entre sus múltiples publicaciones destacan Teatralidad y cultura popular en Virgilio Piñera (Editorial Verbum, Madrid), Cuatro Menos (en la Colección Premio Arniches), Reino Dividido (Ediciones Memoria) y Penumbra en el Noveno Cuarto (Ediciones Unión).
Sus obras Tren hacia la dicha y El zapato sucio han aparecido en varias antologías del teatro y la nueva dramaturgia latinoamericana. El próximo 14 de febrero se presentará en la Feria del Libro de La Habana una antología de varios autores teatrales cubanos que incluye su obra Espontáneamente.
Amado del Pino también desarrolló una brillante carrera periodística, con gran gusto por la crónica. Fue jefe de la página cultural del diario Juventud Rebelde y redactor de la revista Revolución y Cultura.
Le sobreviven sus hijos Amado y Adriana y su viuda, Tania Cordero. EPD.
Con información de Diario de Cuba.
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