Theo Angelopoulos era un director griego de cine que el pasado martes 24 en Atenas murió atropellado a los 76 años mientras buscaba localizaciones para su nueva película El otro mar.
Alejado del circuito más comercial, Angelopoulos iba para abogado y acabó convirtiéndose en una de las figuras cinematográficas más reconocidas. Sirvan como ejemplo los múltiples premios internacionales recibidos entre los que destacan el FIPRESCI en el Festival de Berlín para Días del 36 (1972); otro FIPRESCI, esta vez en Cannes, para El viaje de los comediantes (1975); León de Oro y FIPRESCI en el Festival de Venecia para Alejandro Magno (1980); premio al Mejor Guión y FIPRESCI en el Festival de Cannes para Viaje a Cytera (1984); León de Plata al Mejor Director en el Festival de Venecia para la impactante Paisaje en la Niebla (1988); Gran Premio del Jurado y de la Crítica en el Festival de Cannes para la estupenda La mirada de Ulises (1994) y la Palma de Oro en Cannes por la excelente La eternidad y un día (1998).
Echaremos de menos su forma pausada de rodar y la poesía que destilaban muchas de sus imágenes.
Briony