2017: A pesar de haber sido probablemente el año (de estos últimos) que menos música ha escuchado, cosas de la vida, nuestro peculiar vecino, el Sr. Helvetica, no se resigna a dejar de recomendar aquellos títulos que más y mejor le han acompañado, inspirado en cualquier caso por la mejor de las intenciones: la de compartir con aquellas personas que puedan apreciarla, aquella música que le hace ser la persona (mejor o peor, eso que lo valoren otros) que es.
Entre los discos ineludibles de este año que da ya sus últimos coletazos, no podía dejar de estar -no podía ser de otra manera- el último trabajo de los londinenses The Clientele, una de esas bandas por las que el mencionado sujeto pararía una bala. No fallan los de Alasdair MacLean, oiga: ni un disco un poquito regular tienen. Y eso que “Music For The Age Of Miracles” hace ya el número seis en los LP’s del grupo, y que encima venía con el peligroso lastre (los discos de resurrección, qué miedito…) de ser el primer trabajo después de un larguísimo hiato de ocho años transcurridos desde “Bonfires Of The Heath” (no contamos la publicación de alguna joyita dispersa como esta). Y aunque al Sr. Helvetica no le entra en la cabeza que existan personas en el mundo a quienes no gusten las canciones lluviosas del ahora trío, por si acaso avisa: si nunca te has dejado embargar por esta clase de tristeza, no lo intentes tampoco ahora. Esta es música para fieles.
Desde la misma apertura del disco hasta el magistral cierre con la pista titular, alivio y confianza, serenidad y pulcritud: estos que han vuelto son los mismos The Clientele de siempre, artífices excelsos de canciones otoñales y melodías para el más profundo ensimismamiento. Alguna novedad (pequeña), como la inserción de breves interludios musicales o acentos ligeramente exóticos (que están incluso en el germen del disco) , pero la fórmula sigue intacta, y pardiez, sigue conquistando como el primer día. El clasicismo de “The Neighbour” (qué estribillos, por Dios), la emoción en genuino cinemascope de “Everyone You Meet” o “The Age Of Miracles“, el lado más pastoral de la banda en “The Circus“, las voces duplicadas en las estrofas de “Falling Asleep” (una canción maravillosa que delicadamente muta en otra que aún causa más asombro), y hasta el recurso a la fórmula spoken word (“The Museum Of Fog“) que tan buenos resultados les dio en 2005 en “Losing Haringey“. ¿Han vuelto a hacer The Clientele -otra vez- uno de los discos del año? Oh, yes.
Anuncios &b; &b; Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2017, Pop, Tapete, The Age Of Miracles, The ClienteleEnlace permanente2 comentarios