Falsas apariencias, de Noelia Amarillo

Publicado el 14 marzo 2014 por Belldandy @belldandy_18
Recuerdo que llevaba detrás de este libro desde que Arsénico le hizo una reseña que obligaba a quien la leyese a apuntarlo en la lista de futuros en uno de esos puestos que, pase el tiempo que pase, no se te olvida que debe entrar por las puertas de tu casa sí o sí. Y mira que la lista es larga y que hay libros que entran y salen de ella. Pues ahí seguía éste. Estuve a punto de conseguirlo por la difunta web de Libros Compartidos, pero la chica desapareció tras pedírselo y perdí ese crédito (uno de tantos que perdí con el cierre en falso de la web). Por suerte para mí, Tercipelo decidió reeditarlo y sacarlo en un magnífico formato de bolsillo, con tapas duras, y un precio de 6,95€. En cuanto lo vi en la FNAC lo cogí sin falta, era imposible que me resistiese, tanto por la novela que es como por la cucada de edición a precio inmejorable.

Falsas apariencias es el primero de una saga titulada Amigos del barrio que, hasta hace poco, pensaba que se quedaba en trilogía... pero la cosa va por cinco y no sé si aún habrá que añadir más números a la lista. Tengo los dos siguientes también en la estantería, pero van a esperar un poco.Argumento: Luka está pasando por el que podría considerarse uno de los peores días de su vida: se ha quedado sin gasolina y ha tenido que dar un largo y agradable paseo (con tacones, sobre la carretera mal asfaltada) hasta la gasolinera. Además, una vez allí, se encuentra con un tipo graciosillo que presencia divertido cómo acaba tirada en el suelo lleno de «fluidos insanos» del aseo. ¡Que tipo más majo! 
Más tarde, y ya recuperada tras una buena ducha en su piso, se presenta en la fiesta de Halloween de su barrio disfrazada de C3PO, dispuesta a pasárselo bien. Todo va sobre ruedas, hasta que se topa con un tal Drácula, que no es otro que el hombre de la gasolinera. Luka se propone odiarlo, pero éste despliega todo su encanto, que resulta ser mucho; y además, es que está más bueno que un queso. ¡Y qué narices! Bajo las placas de metal de su disfraz hay carne, y la carne es débil ¿no?Ya conocía de primera mano a la autora con Quédate a mi lado y sabía lo que me podía ofrecer de bueno. Tengo que confesar que, a pesar de las buenas referencias, me daba un poco de miedo que, siendo su primera novela, no llegase a las expectativas creadas con mi otra lectura. Pero no, ha sido un miedo infundado.

Lo que sí ha sido una sorpresa es que esta historia no se engloba exactamente dentro de la Romántica Adulta, sino de la Erótica más pura y, como tal, ha tenido un número de escenas de cama (sofá, coche, mesa... *ejem*) bastante elevado y completamente detallado en la inmensa mayoría. Culpa mía por no saber a qué género pertenecía en realidad, pero aquí está la pequeña pega que le tengo que poner, y es que me ha sobrado alguna que otra de esas escenas. Es por esto por lo que aún voy a esperar un poco antes de seguir con la saga, otro libro de erótica me cansaría y me impediría disfrutar de la historia que me ofrece.Detalles menores aparte, es una novela imprescindible para cualquiera que le guste el género de la RA aunque tenga más sexo de lo habitual. Es fresca, natural, realista y MUY divertida. Tiene momentos realmente estelares desde el mismo y peculiar comienzo de la historia, con esa catastrófica visita a la gasolinera y su aseo. Así, que recuerde ahora, se suman problemas con los tintes, con el vestuario, unas mascotas muy especiales y atípicas, radio patio con la "Marquesa"... Más allá del sexo, es una lectura divertidísima.Pero no acaba ahí la cosa. Durante buena parte del libro parece que la trama no tiene ningún fondo ni sustancia, que no se asienta sobre nada más que las risas y el sexo. Error. La autora va dejando pistas que cuentan cosas serias de la vida de Luka, de su pasado y su presente. Al principio son detalles que no parece que vayan a resultar muy relevantes pero llega el momento en que nos cuenta la importancia que tienen en su vida y cómo la han marcado. Como quien no quiere la cosa, acaba introduciendo temas delicados: violencia de género, la crisis actual, machismo, discriminación laboral, homofobia, drogas, abandono y posteriores traumas infantiles... No todo le afecta a ella en primera persona, pero sí que le toca de cerca de una manera u otra. Al final, para el género erótico en que se engloba y lo que se supone que éste suele aportar, acaba siendo una novela que toca temas más serios de los que uno esperaría.Y como no podía ser de otra manera, la guinda del pastel la pone una relación amorosa de los protagonistas perfecta. Es Alex el más romántico de los dos, el que quiere que su historia con Luka tenga un "happy end" de cuento de hadas. Sin embargo, es ella la que no quiere algo serio, le gusta su vida tal como está. Es precioso cómo ella le va abriendo puertas aunque se resista a hacerlo. No es para menos, Alex es un hombre tan perfecto que duele a la vista... quizás es demasiado perfecto, aquí una se puede encontrar con una pega cuando tenemos en cuenta que el resto de personajes, especialmente Luka tiene sus defectos físicos y de carácter que la humanizan mucho.A la parejita se suma un elenco de secundarios, amigos de Luka y familiares de Alex, que forman una combinación explosiva. Las más relevantes son las dos amigas de la protagonista: Pili, la escandalosa, y Ruth, la sensata. Los correos que se envían las tres son tan naturales y simpáticos que una tiene la sensación de que es una amiga la que nos los envía.En definitiva, Falsas apariencias es una novela erótica con fondo, personajes y contexto reales y cercanos. Está narrada en un estilo directo, fresco y natural. Las pegas son minúsculas frente al buen rato que permite pasar.