3. Esta proteína es la responsable de fijar nuestros recuerdos en las neuronas encargadas de la memoria a largo plazo, sin ninguna decisión consciente por nuestra parte.Si te pregunto qué estabas haciendo tú el 11 de septiembre, es muy probable que lo recuerdes. Si te pregunto por el primer instante en el que viste a tu hijo tras nacer, es muy probable que lo recuerdes. Si te pregunto por el momento en el que te enteraste de la muerte de un ser querido, es muy probable que tengas un recuerdo muy nítido de ese momento.Aquello que ha sido emocionalmente intenso se recuerda, mientras que las situaciones cotidianas, agradables pero no fantásticas pasan al olvido.Una vez dicho esto, me gustaría centrarme en el tema de este artículo.
Me siento incomprendido, me siento incomprendida y eso duele
El sentirnos incomprendidos, a lo largo de meses, años de relación con alguna persona, con nuestra pareja, puede generar grandes dosis de dolor. Esta carga emocional hace que en nuestros recuerdos queden grabadas con gran nitidez las situaciones en las que nos hemos sentido incomprendidos. Como pequeñas gotas, mes tras mes, van llenando un vaso.El dolor cuando me siento incomprendido es algo que la otra persona no percibe, no es consciente de esa emoción. Por eso, muchas, muchísimas veces, cuando le hayamos echado en cara a esa persona que no nos ha comprendido nos mirará con incredulidad. Su mente no había sufrido en ese momento concreto en el que nosotros si hemos sufrido, por eso no tiene un recuerdo nítido de la situación.Aquello que no decimos no existe para los demás. ¿Cómo puedo yo saber que a ti te ha molestado algo,o incluso saber qué fue concretamente lo que te ha molestado si no me lo has dicho?Tenemos un órgano en nuestro cuerpo que es el encargado de tomar decisiones tan trascendentales como pedir el divorcio a nuestra pareja, del que desconocemos su funcionamiento. Asumimos como verdad aquello que nuestra mente nos trae a la memoria, cargado de emocionalidad, y actuamos siguiendo esos pensamientos.Pero con gran negligencia dejamos de lado todas las situaciones que no han dejado grabada su huella en nuestra mente, nos centramos en reprochar lo que nos ha dolido, olvidando por completo que en 15 o 20 años de relación de pareja ha habido millones de momentos hermosos, que por este mecanismo arbitrario de nuestra mente de pronto dejan de tener ninguna validez.Sentirnos comprendidos por los demás es necesario. Pero es imprescindible comprendernos a nosotros mismos. ¿Qué fue realmente lo que generó en mi ese dolor que ha hecho que una situación se grave con tanta intensidad en mi mente? ¿Qué fue lo que me dolió y gravó ese recuerdo? ¿Por qué motivos me enfadé?Olvidamos lo ocurrido, olvidamos como fue exactamente la situación, olvidamos lo que dijimos, lo que nos dijo nuestra pareja.... solo gravamos como nos hemos sentido.Al trabajar con personas que en sus relaciones de pareja se enfrentan al divorcio hay una situación que se repite de manera casi "calcada" en muchas de las parejas.El hombre, tras 15 o 20 años de casado, con una edad comprendida entre los 35 y los 50 años, de pronto empieza a comportarse con agresividad hacia su esposa. Todo lo que ella dice le parece mal, todo lo que opina, lo que propone, lo que hace le provoca sentirse incómodo. ¿Qué ocurre? ¿Por qué este hombre se siente así?Por lo general, tras más de cuatro años y más de 300 parejas, lo que hay detrás de esa repentina agresividad del hombre es una falta de asertividad.Permíteme que te lo explique con un ejemplo.Pedro y Ana van a hacer un viaje. Están hablado sobre la ruta que escogerán para llegar a su destino. Pedro propone ir por XX, mientras que Ana propone que pueden ir por ZZ. Por ambos caminos es posible alcanzar el destino escogido, pero cada uno tiene "algo" por lo que le parece que la mejor opción es la suya. Pedro vuelve a repetir que para el es mejor ir por XX. Y Ana, que también está convencida que su idea es mejor, vuelve a insistir en que deberían ir por ZZ.¿Realmente esto es tan importante? Si tanto por ZZ como por XX pueden llegar a destino, el hecho de ir por un sitio u otro no es tan relativo. Pero mientras los dos siguen defendiendo su postura, entre los dos convierten la preparación de un viaje en algo que daña su relación de pareja. Pedro, tras varias veces de insistir, al final empieza a sentir que se altera, y para no discutir se rinde, le da la razón a Ana y hace las cosas como ella lo planteaba.En este momento, el hombre, que ha dejado de defender su postura, porque le resultaba más importante protegerse de una posible discusión, evitar sentirse desbordado, se retira sintiéndose vencido. Pensaba que su opción era la mejor, pero se ha rendido porque en ese momento defenderla le estaba produciendo dolor al no poder hacer que su pareja le comprendiera, cediera, le diera la razón. Este momento, de una intensidad emocional considerable, se graba en su memoria.Mes tras mas, en una relación de 15 o 20 años, surgen millones de momentos donde ambos miembros de la pareja opinan diferente, donde cada uno ve su parte de la realidad, basado en las explicaciones que le de su mente sobre como "deberían" ser las cosas, sobre qué decisión sería mejor, etc... Y cada momento en el que el hombre se ha sentido desbordado, o al borde de estarlo, se ha grabado intensamente en su mente. Ha sido una gota que ha ido a parar a su vaso. En cambio, para la mujer, ese hecho no ha tenido una intensidad emocional tan importante como para grabarse en su mente.Muchas mujeres con las que trabajo se muestran sorprendidas cuando sus esposos, luego de algunos meses de irritabilidad, de llevar una relación casi muda, empiezan a soltar, a escupir todas aquellas situaciones que les han molestado desde incluso antes de casarse. Para ellas resulta demoledor escuchar tanta agresividad de parte de sus parejas, ellas no han vivido la situación como la han vivido ellos, no lo comprenden porque ellos, en esas situaciones, no han sabido expresar lo que sentían, no han defendido su postura para evitarse el desbordamiento y se han rendido. La mayoría de las mujeres me expresan: "Si esto para mi no era importante, me hubiera dado igual hacerlo como el lo planteaba, si hubiera sabido lo importante que era para el, si me lo hubiera dicho, lo habríamos hecho como el quería".Y la respuesta de estos hombres es: Te lo dije, intenté decirtelo miles de veces pero tú no me escuchabas. Nunca me has escuchado.En estas conversaciones también hay otro punto importante a tener en cuenta, y este es "Los pensamientos distorsionados". Nuestra mente percibe la realidad de acuerdo a como la describimos. Si yo digo "nunca me has escuchado" automáticamente mi cerebro se centro SOLO en los momentos donde no me he sentido escuchado. Filtra la realidad dejando sobre la mesa la parte de realidad que más daño ha hecho a la relación, mis fallos a la hora de comunicarme, mis fallos a la hora de expresarme con asertividad, mis fallos derivados de mis propios pensamientos automáticos.Se que este artículo es muy extenso, pero la gravedad del asunto lo requiere. El funcionamiento de nuestra mente, sumado a nuestros errores por falta de asertividad, por deficiencias a la hora de comunicarnos, por falta de inteligencia emocional y por tener pensamientos automáticos puede dejar a nuestros hijos viviendo con uno solo de nosotros, cambiarles su futuro para siempre, sin remedio. Por eso para mi es tan importante poder exponer en este artículo algo tan crucial como es el motivo por el que algunas personas se sienten incomprendidas, y llegan a pensar en el divorcio como única solución para su dolor ante estas situaciones.No ha sido tu pareja quien ha causado todo este dolor en ti. Lo siento. Siento decírtelo pero cada uno de nosotros somos los únicos responsables de nuestras emociones. Así como lo somos de nuestras carencias a la hora de comunicar o de no rendirnos cuando algo es realmente importante para nosotros. Si lo piensas bien, tu pareja no te ha puesto un revolver en la cabeza para que hagas las cosas como ella planteaba hacerlas. No te ha puesto una cadena. Si, ha cometido fallos. También, si, porque es humana, igual que tú y ambos han cometido fallos. Pero.. ¿Crees que para reparar un error es necesario cometer otro error?Los problemas no se solucionan cometiendo un nuevo error, rompiendo una relación de pareja, cambiando de persona... porque tus problemas de comunicación se resolverán cuando tu hagas una profunda reflexión desde la autoresponsabilidad, cuando llegues a ver cuales fueron y son tus fallos y puedas aprender de estos errores. Sino, en una nueva relación, caerás con la misma piedra.A veces, pagan nuestros hijos un precio altísimo por nuestras carencias emocionales, por nuestra falta de inteligencia emocional y por nuestra escasa habilidad a la hora de comunicarnos con asertividad. Ellos son víctimas colaterales de nuestros errores. Podemos aprender, mejorar, aceptar y conocernos mejor para evitar que ellos tengan que sufrir por algo de lo que ni siquiera han podido defenderse.Antes de separarte, antes de pedirle a tu pareja el divorcio, mucho antes de sentirte tan mal, mucho antes de dejar llenar tu vaso sintiéndote incomprendido, es necesario que comprendas que SOLO TÚ puedes evitarte este dolor. Solo tú puedes evitar que estos recuerdos se graven tan intensamente en tu mente y que solo tú puedes conseguir que tu vida sea mejor.Si estás pasando por una situación así, NO LO DEJES, porque el futuro de muchas personas depende de que te conozcas y mejores para así poder ser feliz y que los demás sigan siendo felices a tu lado.Recuerda... nos quejamos de la gota que colmó el vaso, sin darnos cuenta con la pasividad con la que permitimos que el vaso se fuera llenando...Viki MorandeiraFacebookContacto por mail
Puedes profundizar más sobre como funciona nuestro cerebro y sobre como construimos y fijamos nuestros recuerdos en estos videos.