Actualmente, desde otoño de 2015, sus votantes están concentrados más en las izquierdas que antaño, (1.2.3.4 del CIS) han perdido considerables votantes potenciales del centro y derecha, muchos de los cuales han ido a Ciudadanos. Observando las dos curvas de las encuestas, se puede comprobar la horquilla que forma el decrecimiento de Podemos coincidente temporalmente con el crecimiento de Ciudadanos, muestra que se ha producido un fuerte trasvase de votos de centro y derecha que antes apoyaban a Podemos. Esos votantes que han perdido, en las encuestas, estaban situados en el 5.6.7 del eje izquierda derecha, lo cual inclina hoy a Podemos mas sesgado a la izquierda, volviendo a necesitar robar votos a IU que parecía sostenerse y todo parece indicar que volverá a sufrir una fuerte corrección por la tendencia al voto útil. El hecho es que la estrategia de crear un gran conglomerado popular entre los de abajo (90/10) parece fracasada y desviada al objetivo más razonable de consolidarse como un aglutinador socialdemócrata, que tendrá que pelearlo contra el PSOE y ambos arrinconando al máximo a IU y sus posibles alianzas territoriales. Un elemento nuevo, aunque previsible, ha aparecido en el entorno de Podemos, es la sangría que experimenta en sus apoyos por la izquierda en diversos territorios, difícil hoy de cuantificar en potencial de votantes izquierdistas, desde luego menor en número de los posibles a obtener por el centro. Veremos cómo queda finalmente el lío de las posibles coaliciones periféricas, gallegas, vascas, valencianas, catalanas, andaluzas… en las que parece que la pretensión teórica inicial de Podemos de nuclear todo se ha desvanecido bastante.
Faltan 20 días para las elecciones. Los apoyos de Podemos
Publicado el 30 noviembre 2015 por Manuhermon @manuhermon
Parecería sencillo coincidir sobre
quienes apoyaban a Podemos, pero mi experiencia en conversaciones con amigos y
colegas indica lo contrario. No es habitual ponersede acuerdo en los datos, menos aún en las
estrategias y tácticas que influyen en esos datos, resulta complicado compartir la idea de quienes son los apoyos,
situados en el esquema del eje izquierda derecha, sobre todo sin precisar en
qué espacio tiempo nos movemos.
Naturalmente las dificultades tienen
que ver con los movimientos de la realidad, no es lo mismo hablar de quienes lo
apoyaban hace un año, que de los que apoyaban hace dos meses, o de los datos
actuales, en los que parece volver a remontar después de la caída. A mediados
de 2014 sus apoyos eran más amplios y heterogéneos que los de hace dos meses, llegaban
desde la extrema izquierda, pasaban por la izquierda y el centro y llegaban
a votantes de la derecha que abandonaban al PP; -segúnJorge
Galindo, Politikón, en julio 2014, un 10% de voto que abandonaba
al PP apoyaba a Podemos-
En la disparidad de ideas sobre los
apoyos, tampoco es igual manejar datos que deseos; por un lado, los objetivos manifestados
reiteradamente por Bescansa, Iglesias y Errejón consistían en juntar a todos los
de abajo contra los de arriba, lo cual implicaba aceptar entre los de abajo a
muchos votantes del PP y otros partidos derechistas regionales, los deseos que
expresaban eran llegar a sectores sociales, instituciones, individuos y grupos
de centro y derecha, dando por sentado, según su esquema, que ya contaban con la
izquierda. Es cierto que en la dinámica regeneracionista, votantes
desencantados del PP apoyaron a Podemos, (6.7.8), trabajadores, autónomos, pymes,
burgueses, clases medias altas, funcionarios, profesiones liberales,
estudiantes… al igual que grandes contingentes de votantes socialistas, que
incluyen electores de izquierdas y centristas (3.4.5.6), en todo caso siempre
más electores hombres que mujeres y más electores jóvenes que mayores. La
realidad en otoño de 2015 queda alejada de los objetivos deseados, porque los
apoyos de muchos de esos sectores en 2014, han ido abandonando Podemos y volviendo
al PSOE y engrosando Ciudadanos, partidos que cuentan con menor rechazo global del
electorado que Podemos y PP, e IU, lo que facilitaría su crecimiento.
Considerando números globales, es
difícil sostener que Podemos en 2014 fuera el representante del voto de
izquierdas, aunque sí podría afirmarse que contaba con grandes apoyos de ese
entorno. EL voto de la gente que se autodenomina de extrema izquierda, 1,2 e
izquierda, 3,4, también se lo repartían IU y PSOE, además de otros diversos
grupos territoriales de menor entidad. Al margen que usted considere al PSOE de izquierda, centro, o derecha, muchos de los electores que lo votan se autodenominan de izquierdas.
Tomando el ejemplo de las elecciones
Europeas de mayo 2014: Sobre un total cercano a 16 millones de votantes, al
PSOE le votaron 3.596.324, a la Izquierda Plural 1.562.567, que son menos de la
mitad, y a Podemos 1.245.948, que representan un tercio de los votos
socialistas, sumados suponen un total de 6.404.839 votos, esa cifra representa 1.300.000
menos que la totalidad de electores potenciales comprendidos en 1.2.3.4. Reflejados
abajo, trasladando los datos de la encuesta del CIS de dos meses antes, la cual
daba los referentes señalados abajo a los espacios de autoubicación ideológica considerando la
población electoral en 34.731.569 de individuos, de los que se manifestaron con
opinión 25.041.461.
Actualmente, desde otoño de 2015, sus votantes están concentrados más en las izquierdas que antaño, (1.2.3.4 del CIS) han perdido considerables votantes potenciales del centro y derecha, muchos de los cuales han ido a Ciudadanos. Observando las dos curvas de las encuestas, se puede comprobar la horquilla que forma el decrecimiento de Podemos coincidente temporalmente con el crecimiento de Ciudadanos, muestra que se ha producido un fuerte trasvase de votos de centro y derecha que antes apoyaban a Podemos. Esos votantes que han perdido, en las encuestas, estaban situados en el 5.6.7 del eje izquierda derecha, lo cual inclina hoy a Podemos mas sesgado a la izquierda, volviendo a necesitar robar votos a IU que parecía sostenerse y todo parece indicar que volverá a sufrir una fuerte corrección por la tendencia al voto útil. El hecho es que la estrategia de crear un gran conglomerado popular entre los de abajo (90/10) parece fracasada y desviada al objetivo más razonable de consolidarse como un aglutinador socialdemócrata, que tendrá que pelearlo contra el PSOE y ambos arrinconando al máximo a IU y sus posibles alianzas territoriales. Un elemento nuevo, aunque previsible, ha aparecido en el entorno de Podemos, es la sangría que experimenta en sus apoyos por la izquierda en diversos territorios, difícil hoy de cuantificar en potencial de votantes izquierdistas, desde luego menor en número de los posibles a obtener por el centro. Veremos cómo queda finalmente el lío de las posibles coaliciones periféricas, gallegas, vascas, valencianas, catalanas, andaluzas… en las que parece que la pretensión teórica inicial de Podemos de nuclear todo se ha desvanecido bastante.
Actualmente, desde otoño de 2015, sus votantes están concentrados más en las izquierdas que antaño, (1.2.3.4 del CIS) han perdido considerables votantes potenciales del centro y derecha, muchos de los cuales han ido a Ciudadanos. Observando las dos curvas de las encuestas, se puede comprobar la horquilla que forma el decrecimiento de Podemos coincidente temporalmente con el crecimiento de Ciudadanos, muestra que se ha producido un fuerte trasvase de votos de centro y derecha que antes apoyaban a Podemos. Esos votantes que han perdido, en las encuestas, estaban situados en el 5.6.7 del eje izquierda derecha, lo cual inclina hoy a Podemos mas sesgado a la izquierda, volviendo a necesitar robar votos a IU que parecía sostenerse y todo parece indicar que volverá a sufrir una fuerte corrección por la tendencia al voto útil. El hecho es que la estrategia de crear un gran conglomerado popular entre los de abajo (90/10) parece fracasada y desviada al objetivo más razonable de consolidarse como un aglutinador socialdemócrata, que tendrá que pelearlo contra el PSOE y ambos arrinconando al máximo a IU y sus posibles alianzas territoriales. Un elemento nuevo, aunque previsible, ha aparecido en el entorno de Podemos, es la sangría que experimenta en sus apoyos por la izquierda en diversos territorios, difícil hoy de cuantificar en potencial de votantes izquierdistas, desde luego menor en número de los posibles a obtener por el centro. Veremos cómo queda finalmente el lío de las posibles coaliciones periféricas, gallegas, vascas, valencianas, catalanas, andaluzas… en las que parece que la pretensión teórica inicial de Podemos de nuclear todo se ha desvanecido bastante.