La familia está en crisis, esto no hay quien lo dude. Es más, la familia, nuestra familia, ha sido secuestrada por los papistas de Rouco y monaguillos como Mayor Oreja, quienes reconocen el título de familia solamente a la heterosexista, facha y ultracatólica: neocatecumenales irresponsablemente pariendo cual conejas, martirizando las meninges de su numerosa prole con los tediosos cantos de Kiko Argüello y su guitarra mellada, masturbándose como micos y poniendo calientes a los curas al confesárselo… ¡Mancha de gilipollas y alevosos fascistas!
En la misa que hoy han perpetrado Rouco y su jauría en Colón contra el gobierno, se han vuelto a presentar –cómo no- como los perseguidos y, ya se sabe: los mártires son semilla de cristianos.
Los lugares comunes de siempre: aborto, eutanasia y, ¡por favor! ataque por parte del facha Mayor Oreja al pretendido “laicismo radical” del gobierno. El mismo laicismo radical, digo yo, que financió la visita del papa hace poco, que pone a su disposición la plaza de Colón,…
A esta mancha de hipócritas babosos no hay quien les sacie: quieren acabar de vampirizar a la sociedad, a ti y a mí; hacerse con el control de nuestras conciencias, pero sobre todo –no nos engañemos- de nuestros dineros. Así extenderán el reino de Cristo, así recapitularán todo en su portfolio.
Una vez más, resuenan las palabras de su presunto fundador al que, de haber vivido hoy, habrían ellos torturado y crucificado en Colón: “sepulcros blanqueados, camada de víboras, tumbas sin señal…”
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