El caso de Ann Taylor es sólo la punta del iceberg de la próxima temporada primavera-verano. Leighton Meester presta – lo de “presta” es un decir- su imagen para Missoni y protagonizará un anuncio del nuevo perfume de Vera Wang.
Son muchas las actrices que se disputan el título de icono de la moda, así que si alguien piensa que las modelos profesionales van a sustituir a las celebrities en las campañas publicitarias de las grandes firmas, se equivoca. Decenas de actrices, unas más lejos que otras de poder optar al Oscar, se disputan el honor de convertirse en imagen de las más importantes marcas de moda. Si echamos un vistazo a las campañas de la próxima primavera-verano, las celebs han firmado contratos por doquier.
La próxima temporada una casa que no tenga como imagen a una estrella debería empezar a preocuparse.
Utilizar la imagen de los famosos se han convertido en la mejor forma de llamar la atención del público no especializado, que no tiene por qué saber quién es Vera Wang o los hermanos Missoni, pero que acabará guardando en su retina el nombre de las marcas para la que trabaja Leighton Meester.
Pero ¿Qué significa ser “imagen” de? Sencillamente que entre el famoso y la marca se establecen lazos fundamentalmente económicos.
La utilización de famosas, evidentemente costosa para las firmas, tiene básicamente dos explicaciones. La primera responde a una tendencia de los últimos tiempos. La otra parece más circunstancial: En épocas de crisis, las estrellas son un valor seguro ya que todo el mundo las va a reconocer y se va a identificar con ella.
Si nos agarramos a esta última razón, parece que Ann Taylor piensa que las mujeres nos sentiremos identificadas con una mujer que viste a su hija de cuatro años de edad con tacones y diseños de Valentino y que se arrima a su marido cual lapa de playa en cuanto ve a un fotógrafo delante. Pues bueno.
Su Gossip compi, Blake Lively será su rival en la la línea más joven de la Maison.
Y la tercera en discordia, Taylor Momsen nos regala su mejor “peor aspecto” en la campaña para la nueva fragancia de John Galliano, Parlez-moi D'amour.
También hay lugar para las recién llegadas con apellido conocido, como Rumer Willis. La hija de Bruce y de Demi protagonizará la campaña de primavera 2011 de la firma de lujo Badgley Mischka.
Amanda Seyfriend es la nueva cara de Clé, de Peau Beauté.
A January Jones la podemos ver desnuda en la campaña de Versace y a Natalie Portman posando en topless para la fragancia Miss Dior Cherie.
Afortunadamente, algunas modelos, aunque puedan suscitar menos adhesiones, siguen en la brecha. Pero mientras al mundo de la moda le resulte tan rentable su flirteo con las famosas, las top-models lo van a seguir teniendo un poco más difícil.