Ni con la fotografía de bodas se podría capturar todo el entusiasmo y energía con la que Fany y Manu afrontaron su boda. Fany gritaba y reía al mismo tiempo. Manu sin embargo estaba más nervioso, estaba como en una nube. Eran muchos años de relación. Iba a salir todo genial.
Un reportaje de boda siempre es algo excepcional pero cuando la energía fluye y todo se deja al propio orden de las cosas se fotografía de una manera espontanea, fresca. Tratamos de fotografiar de hecho de ese modo, como invisibles. Fue una boda de tarde y después de la cermonia les propuse acercarnos a una casa encantada, y lo que más me gustó fueron sus ganas por crear imágenes, por disfrutar del punto creativo que tienen estas fotografías de boda.
Fany contagiaba su luz. Manu la miraba con total atención.
Nosotros estuvimos allí recogiendo grandes momentos, y fue un verdadero placer, disfrutamos mucho, la verdad, gracias Famy y Manu por dejarnos hacer vuestras fotografías de boda en Zaragoza.
Espero que os guste esta selección de imágenes de esta maravillosa boda. Buen día!!