Fargo, el vecino ése que siempre saluda

Publicado el 16 septiembre 2014 por Esti @estipuntobpunto
Es un clásico de esos programas cuya primera mitad se dedica a la crónica negra y la segunda mitad a la crónica social. Una reportera, generalmente intrépida y menor de 35 años, se planta con su micrófono y su cámara en el edificio donde vivía ese hombre que mató a su mujer y a sus tres hijos y a su suegro y pregunta a los vecinos por el asesino:
- ¿Lo conocía usted?
- Sí, no nos podemos creer que hiciera algo así, era muy amable, siempre saludaba.
Algo en el cerebro humano de las vecinas considera lógico que los asesinos no saluden. Las buenas personas saludan, las malas no. Lo hemos visto tantas veces en la televisión que se ha merecido su sitio en una página de Facebook y todo. Es una de esas costumbres arraigadas en la sabiduría popular que no hay por dónde cogerlas. Como esa obsesión de las madres porque vayas siempre con ropa interior limpia y nueva, "por lo que pueda pasar", cuando "por lo que pueda pasar" se refiere a que tengas un accidente y los médicos de urgencias te vean con esas bragas que un día fueron blancas y ahora son amarillas. Quizá esas madres han visto demasiados capítulos de "Anatomía de Grey" y confían en la providencia para que sus hijas tengan un accidente de tráfico y las rescaten un ejército de atractivos médicos muy acostumbrados a hablar de sus sentimientos y a enrollarse con sus pacientes en el cuartito ése que tienen para las guardias.
Pero a mí "Anatomía de Grey" no me interesa nada. Y eso que en no-sé-qué temporada salía él, Kevin Mc Kidd, al que la bata de médico no le sienta tan bien como la coraza que lucía en "Roma". A mí me enganchan las series donde hay o asesinatos o mafia. Por eso en otra vida dirigiré una importante mafia internacional. En esta vida, de momento, me conformo con ver toda serie policíaca que emitan. Y mi nuevo descubrimiento es "Fargo":

Basada en espíritu y estética en la película de los Coen, "Fargo" habla de ese típico vecino de al lado que siempre saluda y al que todos consideran buena persona. Hasta que un día se carga de un martillazo a su mujer.
La América profunda de Fargo es como la España profunda, sólo hay que sustituir la meseta por la nieve y a los guardias civiles por policías de pueblo que no han tenido que disparar nunca su arma porque su trabajo se parece más al de un conductor de máquina quitanieves.
El simpático vecino es la imagen perfecta de la maldad que está ahí, junto a nosotros, y que disimula muy bien porque ya ha aprendido a saludar. En Fargo ese vecino lo interpreta Martin Freeman, un actor al que yo sólo conocía como uno de esos hobbits de esa saga llena de lugares y personajes con nombres rimbombantes. Y una cosa es digo: esos hobbits que persiguen a Frodo por paisajes diversos, lo hacen porque están platónicamente enamorados de él. Sí, para mí "El señor de los anillos", como "Ben-Hur", tiene una explicación homoerótica. Pero bajo el pelucón y el maquillaje de hobbit, resulta que Martin Freeman es un actor como la copa de un pino. En Fargo es vulnerable, miserable, tierno, ridículo y un auténtico hijo de puta. Todo a la vez.
Pero Lester, el personaje de Martin Freeman, es malo porque el mundo le hizo así. En concreto, hay alguien que le coge de la mano y le lleva a ese lado perverso que tenía dormido. Ese alguien es un asesino a sueldo, Lorne Malvo, interpretado por Billy Bob Thornton tras haberse echado un bote entero de Grecian 2000:
Ser hombre y plancharse el flequillo no es bueno. Te convierte en un sicario sin piedad.
Billy Bob no sólo es el ex marido de Angelina Jolie de su época de tipa chunga. También es un actor estupendo. Ya lo había demostrado en "Un plan sencillo", en "Monster's Ball" y en un par de películas de los Coen. Y aquí se luce. Lorne es una especie de fantasma, un tipo cuyo nombre real nadie sabe, la encarnación del mal, que suelta cosas como éstas:
A Lester:
- Tu problema es que has pasado toda la vida creyendo que hay reglas. No las hay. Nosotros antes éramos gorilas.
Al policía de tráfico que osa pararle:
- Voy a subir la ventanilla y luego me voy a ir y tú te vas a ir a tu casa con tu hija. Y cada año que pase vas a mirar su cara y a saber que estás vivo porque elegiste no ir por cierto camino cierta noche. Que elegiste ir hacia la luz en lugar de ir hacia la oscuridad.
Al funcionario de correos que no quiere darle un paquete sin documentación porque es "muy irregular":
- Muy irregular es la vez que me encontré un pie en una tostadora. Esto es simplemente raro.
Pero no os creáis que Fargo es una reflexión pedante y enrevesada sobre el mal. Eso es "True detective". Fargo tiene algo que la hace todavía mejor. Humor. Humor negro, claro, tipo esto:

Hola, soy la madre del asesino de Cuatro Caminos.
Y vosotros, ¿habéis visto ya "Fargo"?, ¿vosotros también creéis que el mejor método para saber si alguien es buena persona o no se basa en si saluda en el ascensor?, ¿Samsagaz, Pippin y el otro que no recuerdo cómo se llamaba están enamorados de Frodo?