Los rivales Antúnez y Fariñas
Norelys Morales Aguilera.- Un informe de AFP señalando que “Los disidentes cubanos ahora viajan por el mundo, pero pierden protagonismo en la isla” ha caído como un balde de agua fría sobre las “huestes” pagadas de Estados Unidos en la Isla.La agencia señala que: “Los opositores cubanos pudieron viajar libremente al exterior en 2013 por primera vez en medio siglo, favorecidos por la reforma migratoria del presidente Raúl Castro, pero perdieron protagonismo en la isla, alejados de los problemas cotidianos de la gente.”
No dice AFP nada que no se sepa, pero pone el dedo sobre la llaga más allá del objetivo que se
haya propuesto, señalando que “en Cuba prácticamente no hubo expresiones opositoras en 2013, a diferencia de los años previos, cuando huelgas de hambre, ocupaciones de iglesias y otras protestas causaron dolores de cabeza al gobierno comunista. Las excepciones fueron las marchas dominicales de las Damas de Blanco (grupo formado por esposas de expresos políticos), que están autorizadas desde 2010, y las publicaciones de algunos blogueros en Internet.”
Sin embargo, una euforia ilusa sobre el derrumbe o la caída “del régimen” es tratada de imponer mediante todas las herramientas disponibles para la propaganda que sirve a la guerra sicológica y la manipulación mediática, como en marzo de 1960 cuando la CIA recomendaba a Dwight Eisenhower “la creación de una oposición al régimen de Castro responsable, atractiva y unida, que se declare como tal públicamente”.
La encerrona que un grupo de politiqueros y donantes de fondos para el partido demócrata hicieran para el presidente Barack Obama en Miami en noviembre donde supuestamente se habría reunido con Berta Soler y Guillermo Fariñas, así como la actual constatación de AFP vienen a confirmar el trasfondo de las incomprensiones entre los grupúsculos, que no es por un determinado proyecto político sino por dinero o por tener mayor influencia de liderazgo dentro de ellos mismos. Luchan por aparecer como interlocutores válidos con el gobierno de Estados Unidos o con la Unión Europea, sumidos en la mediocridad y el descrédito. Calco y copia de la cochambre politiquera de Miami.
Así se vio en las reacciones que hubo después de la visita de Obama a Miami, que fueron desde un tímido tuit de Yoani Sánchez felicitando a sus supuestos compinches, aunque tragando hiel por no ser ella quien estuviese en “plano tan estelar”, hasta un Antonio González Rodiles, que pasó de la perreta a la arenga.
Pero, uno de los más resentidos por el golpe bajo de Jorge Mas Santos al resto de la llamada disidencia fue Jorge Luis García Pérez “Antúnez” quien estaba en Miami, mientras su rival político Guillermo Fariñas se congraciara inventando lo que supuestamente le habría dicho Obama. “Antúnez” rezumó su berrinche pidiendo “una solidaridad sincera y honesta”.
Los contrincantes Fariñas y Antúnez escenifican un conflicto, que es un secreto a voces entre sus allegados que no tienen empacho en revelarlo, colmados de bajas pasiones, con un ego desbordado, cediendo a la difamación, y como animales en celo cuando notan que pierden protagonismo, como ha descrito a sus filas un bloguero contrarrevolucionario.
Antúnez se ha tomado cuatro meses para que sus pagadores limen su imagen pública, sin que puedan impedir que en los corrillos de Miami hayan comprobado lo que allí llaman su “chacalismo“. Mientras Fariñas, en Santa Clara empleando los dichos de un tal Héctor Rodríguez Oramas, pone en duda su hombría y cuenta anécdotas de la relación de pareja con Yris Pérez Aguilera, con frases tan duras como que “se prostituyó en la prisión de Nieves Morejón”, según comentarios extendidos.
Es feo, ciertamente, pero la verdad no cabe en la ética o la belleza. Es sencillamente y así se comporta esa disidencia, que convertirla en “atractiva y unida” ha resultado y resultará una misión imposible para Estados Unidos porque nace de un proyecto impuesto, ajeno y mercenario al que no le pueden dar sustancia.