La farmacéutica ha recurrido, ya que considera que la contaminación se produjo en fase de producción, algo que realiza otra empresa en Suiza, aunque ante esto la juez ya había fallado que los distribuidores son responsables también de defectos de producción, y que en este caso incluso no constaba el nombre del productor ni importador en el envase, con lo que determinó que a efectos legales el fabricante del artículo es la compañía que lo suministra.
La demanda de la familia fue por un importe de 600.000 euros y la distribuidora había ofrecido una indemnización como siniestro de 78.404 euros.
Tras esta muerte, las autoridades sanitarias retiraron todas las partidas del producto, al año siguiente pasó lo mismo cuando hubo 29 infecciones de bebés que habían consumido el producto Confort y Natur. Y también se había retirado un producto llamado Velactin, producto destinado a lactantes con intolerancia a la lactosa y proteínas de leche de vaca, que a pesar de eso contenía proteínas de leche de vaca.
Al recurrirse la sentencia, la empresa ha retrasado el pago hasta que el juzgado estime el recurso. Los padres de la niña lamentan por eso que este proceso se alargue tanto, y piden a la administración que vayan con más dureza ante las empresas que distribuyen productos que no certifican el buen estado de los lotes.
Como padres, confiamos mucho en la alimentación infantil y en que viene en buenas condiciones, pero casos como este son de gran alerta, máxime cuando una misma empresa ha tenido tantos incidentes (ver https://www.facua.org/es/noticia.php?Id=4810 ) y al parecer todavía pueden continuar vendiendo sus productos.
Vía | ElPais.com
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Farmacéutica condenada por leche contaminada