¿Farsa disciplinaria?

Publicado el 16 octubre 2015 por Ferboller
-ADN de Atletas-

Luego de conocidas este martes las sanciones del Comité de Disciplina de la Copa del Mundo, empiezan a llover los comentarios sobre  injusticias y disparidades.



La balanza de la justicia no parece indicar lo mismo para los jugadores de los equipos de mejor ranking con relación a los más débiles. En particular, el sitio planetrugby.com se descarga analizando acciones semejantes con castigos bien dispares; y resalta la diferencia con que se penalizan más severamente los tackles peligrosos que el juego violento deliberado.
Los cuatro casos citados y criticados son los siguientes:
Sean O'Brien, el irlandés que agredió con un puñetazo deliberado al francés Papé y sólo fue castigado por una semana.  El fallo aclara que se tuvieron en cuenta las buenas conductas anteriores y la mantenida durante la audiencia. Incluso parecen haberse esgrimido argumentos como que el golpe se efectuó con la mano abierta o que el agresor fue provocado, etc.
Jonny Gray y Ross Ford, tres semanas por un tackle peligroso. Los dos integrantes del seleccionado de Escocia están ya fuera del Torneo cuando el tenor de las sanciones en numerosos casos similares en esta Copa del Mundo no exhibieron la misma dureza. Otra vez la reducción por buena conducta operó en esta oportunidad, porque la pena original se extendía por dos semanas más.
Marcelo Bosch, como sabemos, una semana. Aquí la crítica se centra en que la infracción juzgada (tackle peligroso) es la menos severa de las dos en las que era pasible de acusación.
La diferencia es significativa ya que los períodos de interdicción son muchos menores para la situación en que se lo evaluó respecto de los de la otra (tackle levantador). Si este último hubiera sido el caso, la competencia habría terminado para él.
Incluso no faltaron voces que hubieran estado conformes con la expulsión directa del jugador argentino en el curso del duelo con Namibia.
El último caso es el de Alesana Tuilagi, wing de Samoa, por impactar a un rival con la rodilla. Fue  sancionado con cinco semanas, luego reducidas a dos.
Habiendo decidido de antemano que este sería su última experiencia internacional, la punición adelantó su despedida. El cargo que se le presentó fue el de elevar en exceso las rodillas ante una situación de tackle. Si bien se considera que este fue un error del samoano, la crítica apunta al australiano David Pockock, ni siquiera observado por una acción similar.
Seguramente las polémicas no se reducirán a este puñado de casos; pero lo que queda claro es la discrepancia de criterios en un campeonato donde deliberadamente se ha puesto el ojo en el juego limpio.
-ADN de Atletas-