La menstruación es un proceso natural que experimentamos las mujeres, pero ¿alguna vez has notado cómo tus emociones fluctúan durante diferentes etapas de tu ciclo menstrual? Uno de estos períodos, la fase lútea, puede estar asociado con cambios emocionales y químicos en el cuerpo que vale la pena explorar.
Para aquellas que padecemos trastorno disfórico premenstrual, ésta es la fase en la que nuestras hormonas cambian agudamente afectándonos en gran medida a nuestro estado de ánimo, y en ocasiones haciendo que la vida se vuelta todo un reto.
En el foro de mujeres con TDPM hoy vi el escrito de una de estas mujeres sobre todas las fases emocionales del ciclo menstrual donde creo que describe muy bien la fase lútea. Primero analizo las emociones de la fase lútea, para al final dejar el apartado en el que habla de este periodo de un modo tan acertado.
¿Qué es la Fase Lútea?
La fase lútea es la segunda mitad del ciclo menstrual, que ocurre después de la ovulación y antes del inicio del período menstrual. Durante esta fase, el cuerpo produce progesterona, una hormona que ayuda a preparar el útero para un posible embarazo y mantener el revestimiento uterino grueso y rico en nutrientes en caso de fertilización del óvulo.
Emociones en la fase Llútea
Durante la fase lútea, muchas mujeres experimentamos cambios en su estado de ánimo y emociones. Algunas podemos sentirnos más irritables, ansiosas o deprimidas de lo habitual. Estos cambios pueden variar en intensidad y duración de una mujer a otra, pero para algunas, pueden ser lo suficientemente significativos como para afectar su calidad de vida.
Los cambios emocionales en la fase lútea pueden atribuirse en parte a los cambios hormonales que tienen lugar en el cuerpo. La progesterona, que alcanza su punto máximo durante esta fase, puede afectar la actividad de neurotransmisores como la serotonina, que juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo. Además, los niveles fluctuantes de estrógeno y progesterona pueden influir en la sensibilidad emocional y la respuesta al estrés.
Cambios químicos en el cuerpo
Además de los cambios en los niveles hormonales, hay otros cambios químicos que ocurren en el cuerpo durante la fase lútea. Por ejemplo, los niveles de glucosa en sangre pueden fluctuar, lo que puede afectar el estado de ánimo y la energía. Además, se ha demostrado que los niveles de ciertas vitaminas y minerales, como la vitamina B6 y el magnesio, varían a lo largo del ciclo menstrual y pueden influir en el bienestar emocional.
Cómo manejar los cambios emocionales en la fase lútea
Si experimentas cambios emocionales significativos durante la fase lútea, hay varias estrategias que puedes probar para ayudar a manejarlos. Estas pueden incluir:
- Mantener un diario: llevar un registro de tus emociones y síntomas puede ayudarte a identificar patrones y factores desencadenantes.
- Practicar la autocuidado: incorporar prácticas de autocuidado, como la meditación, el ejercicio regular, el sueño adecuado y seguir un menú de dieta antiinflamatoria, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo.
- Buscar apoyo: hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede proporcionar un apoyo invaluable durante momentos difíciles.
- Considerar la suplementación: algunas mujeres encuentran útil tomar suplementos de vitaminas y minerales específicos, como la vitamina B6 y el magnesio, para ayudar a equilibrar el estado de ánimo durante la fase lútea. También algunas encuentran de ayuda tomar aceite de Onagra.
Del 21 al 28: la Señora Premen
Flujo leve y gomoso o incluso nada de flujo. La progesterona nos posee y nos mima. Nuestro cerebro y cuerpo va bajando revoluciones PERO nosotras no le dejamos. Vivimos en el sistema del producir hasta morir (o matar) con lo que esta fase (junto a la menstrual) es una fase ignorada y maltratada a nivel particular y colectivo (y es que no queda otra si queremos comer y pagar el alquiler). A su ira por no ser atendida se le ha bautizado como Síndrome PreMenstrual. La rabia, los dolores, calambres, náuseas, migrañas, pesadez, etc tiene su principal origen en el desequilibrio entre estrógenos y progesterona, en el que el estradiol predomina cuando debería estár más bajito. A esto se le conoce como predominancia estrogénica y es el resultado común de nuestros cuerpos occidentales capitalistas (largo, pesado y cierto).
El estrés, la comida basura y transgénica, los cosméticos, el glúten, los lácteos y el sistema paaatriarcal (sip amiga, vivirnos con mayor-menor estrés-trauma depende profundamente de desde dónde habitamos el mundo y desde qué concepción habitamos nuestro cuerpo) generan nuestros dolores premenstruales. Como ves tú no eres ‘la loca’, es tu cuerpo enloquecido por lo ajeno el que suplica que bajes de esta noria.
ANA CAAMAÑO MANJÓN de Vivir y crecer con TDPM