Lo primero que hay que hacer, y es donde estarán la mayoría de los usuarios, es conseguirlos y permitir que conozcan nuestro producto. Para tenerlo un poco más claro y básico, la siguiente infografía nos lo explica algo mejor:
Para llegar al público, y convertirlo en seguidores que nos escuchan, simplemente necesitamos darles un contenido útil, pero no para cualquier público, sino para el objetivo más general.
Para que se convierta en un subscriber y prospect, es necesario que el producto o servicio pueda cubrir alguna necesidad actual del consumidor, para que empiece a tener en cuenta la posibilidad de comprarlo
Si tiene alguna característica que supera a las demás marcas, se convertirá en consumidor.
Y ahora, viene el momento más importante, convertirlo en un consumidor fiel, que vuelva a venir y que hable de nosotros, hasta convertirlos en advocates y que sean ellos la propia marca, quienes recomienden y sean prescriptores.
Para "conquistar" el social media y conseguir ese ansiado ROI por el que todas las empresas sudan, es importante conocer el medio en el que estamos, y tener en cuenta que no es lo mismo la inversión en los medios convencionales, que en los no convencionales, así como no es igual el retorno. Debemos medir cada una de esas fases y darle un valor monetario aún cuando no lo tiene, porque así nos daremos cuenta de los diferentes objetivos que estamos consiguiendo, que en las primeras fases no es vender más.