"Los hombres y mujeres perfectos de papel couché"
El mundo de la moda siempre evoca al glamour, la elegancia y la belleza. Todas las personas que se meten en ese mundo, saben que desde el primer momento que deciden trabajar de diseñadores, modelos… etc. Tienen que dar mucha mas importancia al tipo de ropa y complementos que usan, maquillaje, actitud… Porque según la imagen que quieras proyectar es lo que los demás podrán ver de ti. Si en el día a día muchas personas juzgan a los que se encuentran a tu alrededor por llevar o dejar de llevar determinadas prendas de vestir, imagínate en un mundo donde “la apariencia” es el plato principal.
Dentro de unos días será la semana de la moda… Diseñadores y modelos conocidos desfilarán por su pasarela. Personajes conocidos y famosos decidirás darse una vuelta aunque no lo deseen, solamente para ser fotografiados, mientras que jovencitos y jovencitas lucirán tipo en ese sitio. Sé de lo que hablo porque yo estuve allí. Las mujeres y hombres, mas bien las primeras más, te miraban de arriba abajo al pasar, yo me sentía como si fuera una muñeca que están intentando probar si es apta o no, y después me sentí como hacía tiempo que no me sentía… Como un complemento bonito al lado de un hombre. Me acuerdo que se acercó un fotógrafo a nosotros, amigo de él, se puso a hablar como si yo no estuviera allí y tampoco hubo presentaciones, no hacía falta. Lo único que me hacía preguntarme es si no me había saludado porque no era lo suficientemente atractiva, o porque en ese mundo todo funciona de esa manera.
Hubo un momento en la tarde que me pregunté a mi misma: “¿qué hago yo aquí?”, había una chica detrás nuestro que no dejaba de mirarnos, era una mirada que había sentido durante toda la tarde por otras personas, suponía que era porque hacíamos buena pareja como me han comentado en más de una ocasión, ambos además de negro, él con traje y yo con vestido a juego con botas de tacón. El caso es que de repente él comenta acerca de lo mal que camina una de las azafatas, si quieres caminar con tacones de 10 cm. Tienes que hacerlo con elegancia, la espalda recta y pisando firmemente acompañada de una sonrisa, es la mejor manera y la mas bonita, aunque te duelan los pies. En ese instante esa misma chica se puso a comentar que llevaba razón, que mejor que no se pusiera esos tacones y que las personas no sabían vestir… Me quedé pensando en si le habían dado demasiado estimulantes o qué. Lo único que podía pensar era en que cerrara su bonita boca mientras mi sonrisa era eterna...
Aún así había cosas que no encajaba en ese ambiente perfecto de azafatas y azafatos preciosos, era el momento en que acababan los desfiles y comenzaban a repartir revistas como Vogue, bolsos que promocionan o accesorios… En ese instante todas esas personas con sonrisas y pasos elegantes, corrían como locos a los puestos para adquirir su regalo, como auténticos lobos. Al fin y al cabo en los ambientes mas frívolos… No es oro todo lo que reluce.