Una persona que dedique algo de tiempo a la reflexión sobre la naturaleza que le rodea se percatará de que las aves que puede ver en su ciudad varían a lo largo del año. En Huelva vivo en plena capital, aun así tengo la suerte de tener un pequeño parque de olivos justo detrás de casa lo que me permite ver habitualmente una media de 12 especies de aves en un ratillo de observación.Tener el pulmón verde de la ciudad a 5 minutos ,Marismas del Odiel cerca y las afueras de la urbe a escasos metros debe ayudar también . Estamos en diciembre,las Navidades se aproximan. Esta es la relación de animales comunes que veo año tras año en la ciudad en la etapa que abarca el otoño y el invierno
El ocioso verano se fue ,cada año de un modo más raro,con calores que llegan hasta noviembre,pero sigue yéndose, dando paso a su vez a la época de los colores cambiantes . Hora de recolección de frutos para unos ,tiempo de viajar a remotas tierras para otros y condiciones duras para los valientes que afrontan las heladas nocturnas y los días de chaparrones en los campos perdidos de nuestra imaginación.
En nuestras ciudades todo esto se vive, todo tiene una repercusión. En el otoño y el invierno se ven fenómenos que en nuestra ajetreada vida diaria no nos paramos a razonar,pero ahí siguen,dándose día a día mientras circulamos del trabajo a casa ,mientras volvemos tras una noche de marcha ,cuando vemos una película al impedirnos la lluvia salir a la calle, cuando solo los camiones de la basura parecen pulular por las gélidas avenidas.
El misterioso fenómeno de la migración es de lo más apasionante que uno puede observar ,y esto no solo se ve en el Estrecho de Gibraltar o en Doñana ,también las ciudades tienen su dosis .En estas épocas algunos de nuestros vecinos alados han vuelto a su África invernal mientras que vuelven a casa por Navidad los que huyen del helado norte de Europa. Los estorninos negros cada vez son más comunes aunque preocupan más los estorninos pintos que llegan al nivel de plaga en algunos lugares,son buenos imitadores ,de canto reconocible y llamativo al oído,no dudan en posarse en antenas o tendidos eléctricos y conforman ruidosas agrupaciones allá donde deciden dormir,que si es un árbol puede atesorar muchos más de los que seríamos capaces de contar con exactitud.Ponen la música reconocible de estas épocas junto a las lavanderas blancas.
La lavandera blanca anuncia el frío, es un ave próxima al hombre que se ve por cientos en las cunetas de las carreteras o en cualquier retazo de naturaleza que dejemos en la ciudad ,ya sea tres árboles ,un descampado ,un parquecillo o lo que sea. Pueden alcanzar densidades de población apabullantes,del orden de mil individuos en unos escasos árboles de una rotonda en medio de la ciudad, y no miento al afirmar esto.Revolotean por todos lados como si el mal tiempo no fuera con ellas.Es una lástima que al darse en tanta cantidad y ser tan comunes a nuestros ojos hallamos perdido la capacidad de observarlas con emoción,porque bonitas son estas avecillas.
En los campos en invierno no abunda la comida como puede ser en la primavera con tanta vida por todos lados ,es por esto que la fauna suele acercarse más a los núcleos urbanos en busca de comida fácil ,y qué comida más fácil que los pajarillos que mucha gente mantienen en ridículas jaulas. Un tanto descuidado hay que ser para dejar tranquilamente horas y horas al canario o al jilguero de turno en la ventana , porque luego pasa lo que pasa, que en invierno las rapaces tienen hambre y te encuentras con tu animal decapitado por el ataque comprensible del cernícalo o del alcaudón. Los cernícalos suelen habitar en ciudades ,se les puede ver en cualquier lugar jugando a desafiar los principios de la física flotando en el aire ,los hay vulgares y primillas ,siendo el primero de ellos el que con más frecuencia se puede ver ,para ver primillas en cantidad basta con irse a Niebla o la catedral de Sevilla.Ya con el invierno tardío o casi primavera pueden verse sobrevolando la ciudad águilas calzadas ,en busca de bocado fácil igualmente.
Por la noche el panorama es distinto ,desde que yo era pequeño alguna lechuza se deja ver saliendo del Parque Moret o yendo a él ,posiblemente lo habite. También se puede ver su blanca figura en las industrias de la ciudad,sobre todo si hay cerca alguna nave con pienso o grano ya que mucha ave y roedor acuden allí.
En las rotondas hay otro habitante típico que son las garcillas bueyeras .Es este un caso extraño, un ave que ha manifestado un incremento poblacional desmesurado en los últimos cuarenta años, propiciado por los cambios en los sistemas agrícolas posiblemente. Picotean en el césped tras saltar los aspersores ,aprovechan cualquier movimiento de tierra para rebuscar las larvas y lombrices que quedan al descubierto , se las puede ver en rotondas cercanas a Marismas del Odiel,en algunas de la zona de La Orden y por supuesto en todas las afueras.Un animal hermosamente blanco cuya conducta a la hora de repartirse las partes de la vaca o caballo de la que van a zamparse los bichos que los pueblan merece digna de estudio. Las urracas también están abriéndose paso en el casco urbano de la ciudad ,hace años no se las veía tanto pero ahora si ,en el parque de Zafra ,en la punta del Sebo ,revoloteando por aquí y por allá.
Habitantes numerosos todo el año también los tenemos. El gorrión es el animal urbano más reconocible ,no creo que exista gente que no sepa reconocer al gorrión común (personalmente me gustan más en primavera cuando persiguen ágilmente saltamontes para cebar a su prole). El mirlo abunda mucho en nuestro país ,es característico verlos revolver la hojarasca de los árboles de hoja caduca en busca de algo que llevarse al pico, como digna especie de la familia en que se entronca es cantarín ,un madrugador cantarín. No ha de confundirse con los estorninos, son diferentes tanto el tamaño,el brillo del plumaje(los estorninos me parecen muy brillantes) ,la estructura del cuerpo, sus hábitos de vida ,el dimorfismo sexual …vaya, que lo que pasa es que los dos son negros y si alguien no tiene muy buena vista puede llevarse a engaño. Las palomas y tórtolas turcas son cosa aparte ,quizás palomas no se ven tantas como cuando yo era pequeño que había muchas contando solo el Parque de las palomas ,ahora suelo ver un grupito bastante estable en la plaza de toros.El tema de las tórtolas turcas es complejo, al parecer han tenido una expansión natural pero en las zonas portuarias de la ciudad y La Rábida se las veía antes de que ocuparan todo el país ,cada vez quitan más sitio a las palomas ,en Sevilla es exagerado el número que hay de tórtolas turcas.Los jilgueros y mosquiteros se dejan ver,quizás más que hace unos diez años.
Con las nubes grises muchas gaviotas se adentran un poco tierra adentro ,casi nunca llegan a posarse en los edificios por los que vivo,pero alguna vez si que ha sucedido .No ha de ser agradable estar en el agua o en primera línea a la interperie con las tormentas que estamos viviendo. Otra ave vinculada al medio acuático se hace cada vez más frecuente aunque no necesariamente en esta época ,los abuelos dicen que hay unos patos negros muy raros ,se solean con sus descompensadas alas abiertas ,rumorean que vienen del coto de Doñana, lo que ellos llaman patos son cormoranes grandes , para mí una carismática ave ,para otros gremios un enemigo a aniquilar ya que devora peces.
En general hay muchas más aves en la ciudad,no voy a entrar a valorar las del parque Moret porque eso es cosa aparte ,ni las que sobrevuelan la ciudad camino de Marismas del Odiel,porque entonces debería hablar de muchas más : garzas,flamencos,cigüeñas…
Un dato curioso de nuestros parques se da en el Parque Zafra,desde hace años veo como los estanques están totalmente ocupados por algas,creo que son del género Chara,que ya las he visto en otros lugares similares: