Fauna prehistórica descubierta en Argentina (II)

Publicado el 30 mayo 2019 por Tdi @RLIBlog

Argentina tiene la suerte de ser uno de los países donde más fósiles se descubren y, dado que esta serie de entradas se centra en los países de habla hispana, sería injusto no dedicarle otra a este país. Para los que no han visto las entradas anteriores, me centro en aquellas criaturas descubiertas por primera vez en el país a tratar. Si un animal fue descubierto originalmente en otro país, pero luego se encuentran fósiles de la misma especie en Argentina, no los incluiré.

Como siempre hago, añado los enlaces a las entradas anteriores en la caja inferior.

Serie: Fauna prehistórica

Mylodon darwini

Por sus movimientos lentos, un perezoso no parece una criatura temible, pero el M. darwini era un perezoso terrestre de tres metros de longitud y una tonelada de peso. Como muchos otros fósiles, fue encontrado en la Patagonia, concretamente en Bahía Blanca por nada más y nada menos que Charles Darwin en un acantilado de grava durante el segundo viaje del HMS Beagle. Fue descrito por el también célebre Richard Owen. Es una criatura del Paleoceno, pero su existencia es relativamente reciente, perdurando hasta hace 5000 años. A pesar de ello, no se esperaba encontrar su gruesa piel y sus heces en tan buen estado que, inicialmente, pensaban que eran de un animal reciente.

En referencia a la imagen, conviene señalar que en el pasado hubo mucha confusión entre el M. darwini y el G. robustum. En la imagen original presente en el libro de Richard Owen de 1842, se muestra con el nombre Mylodon robustus y en comparación con el aí ( Bradypus tridactylus), un perezoso actual del Amazonas y el Orinoco. Esta confusión perduró e incluyó también al género Paramylodon hasta que Lucas Kraglievich rectificó las nomenclaturas en 1928.

Su nombre genérico viene de mylos, "moler", y odon, "diente", porque lo primero que se encontró fue su maxilar inferior. Su nombre específico se refiere a Charles Darwin.

Macrauchenia patachonica

El Su aspecto es bastante peculiar por varios motivos. Para empezar tiene un cuerpo similar al de un camello, con un largo cuello y pies como los de un rinoceronte, con pezuñas en cada dedo. Como el M. patachonica es un ungulado que vivió a finales del Pleistoceno, hace 20-10 000 años. Está emparentado con los camellos, los huanacos y las llamas. Fue descubierto en Puerto San Julián por Charles Darwin, también en su segundo viaje en el HMS Beagle y también descrito por Owen. Estos descubrimientos de especies similares a las actuales fueron los que motivaron sus teorías.
Mylodon, medía 3 metros de longitud y pesaba poco más de una tonelada. Lo que más destaca de sus representaciones es su pequeña trompa, parecida a la del saiga ( Saiga tatarica), pero la comparación con herbívoros como los tapires indica que su cráneo es más similar al de un alce ( Alces alces).

Kaijutitan maui

El K. maui es un titanosaurio encontrado en la formación Sierra Barrosa, en Rincón de los Sauces, y que vivió en los periodos Turoniense-Santoniense (93,9-83,6 mda), a finales del Cretácico. Como su fémur y húmero están incompletos, su masa se estima en comparación con otros titanosaurios, situándose entre el Giraffatitan (38 000 kg) y el Notocolossus (60 398 kg).

Su nombre genérico viene de Kaiju, "bestia extraña" en japonés, y titan, del griego "gigante". Su nombre específico maui es el acrónimo de Museo Municipal Argentino Urquiza, Rincón de los Sauces, Neuquén, Argentina (como es lógico, terminas el acrónimo con una letra intercalada para resumir seis palabras).

Megatherium americanum

Si a un perezoso terrestre, ya de por sí enorme, le añaden el adjetivo "gigante" a su nombre significa que su tamaño no es para tomárselo a broma, ya que tiene el tamaño de un elefante, con 6 metros de longitud y 4 toneladas de peso. Vivió desde comienzos del Plioceno a finales del PleistocenoEste no fue descubierto por Darwin, sino por Manuel Torres en 1788 en la orilla del río Luján y enviado al año siguiente al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Allí, el empleado del museo Juan Bautista Bru reensambló el esqueleto y lo dibujó al completo y con imágenes de huesos individuales. Georges Cuvier estudió los dibujos para determinar las relaciones y el aspecto de la criatura, nombrándolo Megatherium americanum. Su nombre genérico viene del griego mega, "gran", y therion, "bestia". Su nombre específico menciona el continente donde se encontró.
Su desaparición contribuyó al anacronismo evolutivo del aguacate. Al aguacate le compensaba producir grandes frutos con un hueso enorme porque bestias como el Megatherium se los comían y los diseminaban. Con su extinción, el gasto energético para producir una fruta tan grande no compensa, pero ha pasado muy poco tiempo para que pueda percibirse un cambio evolutivo.

Megapiranha paranensis


La Argentina prehistórica tenía la ley no escrita por la que todos los animales debían ser enormes. Un ejemplo más de ello es Megapiranha paranensis, una piraña de 71 centímetros de longitud y 10 kg de peso que vivió a finales del Mioceno, hace 8-10 millones de años. Los potentes músculos de su mandíbula, que conformaban el 2% de su peso, le permitían dar mordiscos con una fuerza que oscilaba entre los 1.240 a 4.749 N. Esto podría haberle servido para alimentarse de peces acorazados.

Psilopterus bachmanni

Realmente, no todas las especies argentinas tenían que destacar por su tamaño. P. bachmanni es un ave del terror, caracterizadas por su gran tamaño, pero en su caso, medía 80 centímetros de altura como mucho y pesaba unos 5 kg. Vivió desde el Deseadense, a mediados del Oligoceno, hasta el Lujanense, a finales del Pleistoceno. En otras palabras, entre 29 mda y 8 500 años. Fue descubierto en la formación Santa Cruz en la provincia homónima. Su nombre genérico significa "ala desnuda" en griego. En cambio, no he podido encontrar qué significa su nombre específico.


No, no es el continente, es una criatura que llamaron así. La única diferencia es la tilde. Se trata de un mamífero perteneciente a los gondwanaterios encontrado en Punta Peligro. Los gondwanaterios eran animales pequeños parecidos a las marmotas. Vivió desde el Peligrense, a mediados del Paleoceno, hasta el Casamayorense, a principios del Eoceno. Con cifras, esto iría desde hace unos 62,5 a los 48 millones de años, surgiendo poco después del Mesozoico, la época de los dinosaurios.

Mussaurus patagonicus


El M. patagonicus es un prosaurópodo que vivió a finales del Triásico, hace 215 millones de años. Los prosaurópodos fueron los predecesores de los enormes saurópodos, pero más pequeños y capaces de caminar en bipedestación. Fue encontrado en la formación El Tranquilo en la provincia de Santa Cruz. Una característica que se ha descubierto recientemente es que las crías eran cuadrúpedas, pero al crecer se volvían bípedas. Hasta ahora los humanos eran la única especie donde se conocía esta habilidad.

Su nombre genérico significa "lagarto ratón" porque lo primero que se encontraron fueron las crías, pero los adultos llegaban a los 3 metros de longitud y 70 kg de peso. Su nombre específico hace referencia a la Patagonia.

Niolamia argentina

N. argentina es una tortuga niolamia encontrada en Cañadón Blanco que vivió durante el Eoceno, hace unos 48,6-37,2 mda.

Si te ha gustado esta entrada y las relacionadas, te informo que aún hay más. Puedes consultar la serie de tres entradas sobre teorías desconcertantes de los dinosaurios ( I, II, III). Las teorías descabelladas siguen en el Stegosaurus volador, los mitos de los pterosaurios y el misterio de la cresta del Parasaurolophus (mencionada en las anteriores, pero aquí extendida). Para ver clasificaciones de historias prehistóricas hay otras dos entradas más, una para las criaturas más grandes y otra para las más extrañas. Que no se diga que os dejo aburriros.

Fuentes

  • Owen, R. (1842). Description of the Skeleton of an Extinct Gigantic Sloth: Mylodon Robustus, Owen, with Observations on the Osteology, Natural Affinities, and Probable Habits of the Megatherioid Quadrupeds in General. R. and JE Taylor, sold by J. van Voorst.
  • Filippi, L. S., Salgado, L., & Garrido, A. C. (2019). A new giant basal titanosaur sauropod in the Upper Cretaceous (Coniacian) of the Neuquén Basin, Argentina. Cretaceous Research, 100, 61-81.
  • Moreno, F. P., & Mercerrat, A. (1891). Catálogo de los pájaros fósiles de la República Argentina conservados en el Museo de La Plata. Taller de publicaciones del Museo.