Fauna y ecología: 5 maneras de detener su desaparición del planeta

Por Paco Maestre @Elbiocultural

3 octubre, 2014 by El Biocultural Leave a Comment

La ecología del planeta está en peligro.  Mucho más de lo que pensábamos. Y es que según se desprende del informe The Living Planet Report 2014 que elabora año tras año la WORLD WILDLIFE FUND (WWF) en los últimos 40 años se ha producido una reducción de la fauna del 50%.  Este descenso no es uniforme, y afecta más a unas especies que a otras, como también se aprecian zonas geográficas más afectadas que otras.

Lo que sí que queda claro en el informe, es que detrás de todo esto el Ser Humano tiene una gran parte de culpa. La ecología y la fauna se ven seriamente afectadas por el Cambio Climático, las emisiones de carbono, la deforestación, destrucción de hábitats, la sobre explotación y contaminación de los océanos…..

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Esto desanima hasta a el más optimista de los conservacionistas y activistas ecológicos. Pero no es el pesimismo donde nos tenemos que quedar. Está claro que las políticas conservacionistas, los esfuerzos y los medios utilizados en la actualidad no están siendo ni suficientes ni eficaces, pese a la buena voluntad  y las inagotables ganas de trabajar de miles y miles de personas dedicadas a la conservación de la fauna del planeta. Está claro que el problema que estamos encarando necesita otro enfoque, algo más global, no son unos pocos los que solo se deben preocupar por preservar lo que todavía queda de biodiversidad, es una cuestión de todos.

Así encontramos soluciones entre los sabios. No en los políticos, en los que saben y entienden de verdad. Este es el caso del Profesor

La ecología del planeta está en peligro.  Mucho más de lo que pensábamos. Y es que según se desprende del informe The Living Planet Report 2014 que elabora año tras año la WORLD WILDLIFE FUND (WWF) en los últimos 40 años se ha producido una reducción de la fauna del 50%.  Este descenso no es uniforme, y afecta más a unas especies que a otras, como también se aprecian zonas geográficas más afectadas que otras.

Lo que sí que queda claro en el informe, es que detrás de todo esto el Ser Humano tiene una gran parte de culpa. La ecología y la fauna se ven seriamente afectadas por el Cambio Climático, las emisiones de carbono, la deforestación, destrucción de hábitats, la sobre explotación y contaminación de los océanos…..

Esto desanima hasta al más optimista de los conservacionistas y activistas ecológicos. Pero no es el pesimismo donde nos tenemos que quedar. Está claro que las políticas conservacionistas, los esfuerzos y los medios utilizados en la actualidad no están siendo ni suficientes ni eficaces, pese a la buena voluntad  y las inagotables ganas de trabajar, en este sentido, de miles y miles de personas dedicadas a la conservación de la fauna del planeta. Está claro que el problema que estamos encarando necesita otro enfoque, algo más global, no son unos pocos los que solo se deben preocupar por preservar lo que todavía queda de biodiversidad, es una cuestión de todos.

Así encontramos soluciones entre los sabios. No en los políticos, en los que saben y entienden de verdad. Este es el caso del Profesor de Biodiversidad de la Universidad de OxfordPaul Jepson, , que en un escueto artículo publicado en la prestigiosa revista académica theconversation.com, el pasado día uno de octubre quien apunta las 5 maneras que hay que cambiar para evitar la desaparición de la fauna en el Planeta.

La tortuga laúd uno de los iconos de nuestra fauna recientemente catalogada como especie extinta

1. Descentralizar y diversificar

A nivel mundial las políticas conservacionistas son competencia de la ONU. Este sistema ha tenido una consecuencia positiva, la formación de un régimen mundial conservacionista fuerte y organizado. Pero esto trae consigo burocracia y lentitud a la hora de actuar. A veces el encontrar el consenso necesario para actuar conlleva la pérdida de un tiempo del que se carece a la hora de actuar en pro de las especies amenazadas.

2. Ver la biodiversidad como un activo

Enmarcar la política ambiental en términos  activos naturales. Algo que en parte ya hacemos, tomemos como ejemplo los grandes parques nacionales donde la conservación de la fauna salvaje, la flora y la recreación al aire libre se combinan en beneficio de la biodiversidad, y al mismo tiempo haciendo hincapié en la identidad regional o nacional, la salud y el valor cultural y económico. Deberíamos tomar este modelo como referente antes de realizar cualquier inversión.

3. Reintroducir especies

Este descenso en la fauna parece ser un síntoma de que los ecosistemas son cada vez más simples. Las cadenas tróficas están rotas en la mayoría de ecosistemas del Planeta, lo que los debilita, haciendo que la biodiversidad sea menos abundante.  Es por ello que se hace fundamental la reintroducción de los grandes animales que faltan en las partes superiores de estas cadenas para reafirmar la biodiversidad y los hábitats.

4. Aprovechar las nuevas tecnologías

Aprovechar el potencial analítico del “Big Data”. El empleo de los modernos sensores en el monitoreo ambiental generan cada vez más y mejor información ambiental. El autor predice que en  el reto, de aquí a diez años, no será como observar, sino como almacenar y gestionar la gran cantidad de datos que vamos a ser capaces de obtener sobre el medio ambiente. Unificar, liderar e invertir en la conservación bajo un único criterio, en la misma dirección y no como lo hacemos hoy en día de manera fragmentada e individualista es un cambio necesario y tal vez el más difícil de conseguir.

5. Involucrar a los “poderosos”

Hoy en día el sector conservacionista está muy profesionalizado, y está estrechamente relacionado con la burocracia, no dando cabida a la figura del mecenas, algo que hasta 1970 fue una práctica habitual. Esto ocasiona que exista un cierto aislamiento entre la causa naturalista de la opinión pública, convirtiéndola en algo marginal, cuando debería de ser todo lo contrario. Tendría que ser un tema de debate a máximo nivel y que diera cabida a otros sectores de la vida y de la que participaran asiduamente los líderes y generadores de opinión de todos los ámbitos de nuestra sociedad, para convertirse en un tema de gran influencia en nuestro pensamiento y quehacer cotidiano.

Esta es la receta para detener la desaparición de nuestra riqueza ecológica, de nuestra fauna, de nuestra biodiversidad. No parecen puntos muy complicados de entender, ni de poner en marcha. Principalmente es cuestión de mentalización y de poner ganas e interés. Pero, aun hay una cosa más que no debemos olvidar, y es la de mantener la atención.

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