FAZIO, Mario El Papa Francisco: Claves de su pensamiento, su visión apostólica y su afán de diálogo con el mundo.

Por Joseantoniobenito

FAZIO, Mario El Papa Francisco: Claves de su pensamiento, su visión apostólica y su afán de diálogo con el mundo. Rialp, Madrid, 2013, 112 pp)

Da gusto leer un libro lleno de vida, bien escrito y que alimenta y tonifica tu alma. Y, además, te deja con las ganas de volver a leerlo. Se convierte en tu amigo, a quien sabes que debes volver a consultar y tratar.

Gracias don Mariano Fazio por este feliz trabajo que tanto ayuda a conocer de verdad al Papa Francisco, las claves de su vida, de su pensamiento, de su acción.

El hecho de que su autor sea argentino, que le haya tratado de cerca en varios momentos –como Aparecida-; su calidad intelectual, espiritual y su facilidad para escribir, me parece que da la pauta para entender su gran valor a pesar de tan pocas páginas.

Es interesante saber que varios de sus libros –Cristianos en la encrucijada, Historia de las ideas contemporáneas– han sido leídos y recomendados por el Papa Francisco en diversas ocasiones.

Les comparto índice, presentación y una página en la que valora la importancia de la "memoria" y la religiosidad popular, mencionando "el catecismo de Santo Toribio".

Ánimo y gocen con su lectura


MARIANO FAZIO (Buenos Aires, 1960) es historiador y filósofo, y Profesor de Historia de las Doctrinas Políticas en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, vicario general del Opus Dei desde 2014.

INTRODUCCIÓN

I.   MISERANDO ATQUE ELIGENDO 1. La vocación 2. Trabajo, familia, dolor 3. De novicio a cardenal de Buenos Aires

II.   DESDE LA CONTEMPLACIÓN DE JESUCRISTO 1. La perspectiva de la fe 2. Vida espiritual cristocéntrica en la Iglesia 3. Primacía de los medios sobrenaturales

III.   SALIR HACIA LAS PERIFERIAS EXISTENCIALES 1. Discípulos del Maestro 2. Salir al encuentro de la gente 3. Evangelizar la periferia

IV.   HACER MEMORIA 1. La memoria de las misericordias de Dios 2. Una fe que se hace cultura 3. La religiosidad popular

V.   DIALOGAR 1. La Iglesia dialoga. El ejemplo del beato Juan Pablo II 2. Diálogos con un rabino 3. Diálogo en la evangelización 4. En busca de una sociedad del diálogo y del encuentro

VI.   UN TESTIMONIO PERSONAL EPÍLOGO PARA ESPAÑOLES Y LATINOAMERICANOS APÉNDICE

 "En su intervención en las congregaciones generales previas al Cónclave, el cardenal Jorge Mario Bergoglio trazó en breves frases la necesidad de evangelizar el mundo — razón de ser de la Iglesia— evitando una posible actitud autorreferencial y mundana, para salir al encuentro de las almas. Hizo referencia a que es el mismo Jesucristo quien, desde dentro, nos impulsa. «En el Apocalipsis Jesús dice que está a la puerta y llama. Evidentemente el texto se refiere a que golpea desde fuera la puerta para entrar... Pero pienso en las veces en que Jesús golpea desde dentro para que le dejemos salir. La Iglesia autorreferencial pretende a Jesucristo dentro de sí y no lo deja salir». En los apuntes de su intervención, que fueron publicados con autorización del Papa por el cardenal de La Habana, Jaime Lucas Ortega, Bergoglio concluye: «Pensando en el próximo Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de "la dulce y confortadora alegría de evangelizar"». El 13 de marzo de 2013, movidos por el Espíritu Santo, los cardenales reunidos en Cónclave después de la sorpresiva noticia de la renuncia de Benedicto XVI, eligieron a Jorge Mario Bergoglio como 265 sucesor de San Pedro, el hombre que a sus ojos reunía más condiciones para llevar a la Iglesia a las periferias existenciales. Él mismo se definió como el Papa venido del fin del mundo, y cada vez es más conocida su labor pastoral en Buenos Aires a favor precisamente de las personas que —desde una perspectiva mundana— son considerados sobrantes, periféricos.

* * *

El libro que el lector tiene en sus manos está escrito todavía con la sorpresa que suscitó en mí el anuncio del cardenal Tauran. Fue escrito rápidamente —la fecha de publicación está muy cercana a ese 13 de marzo de 2013— pero con seriedad y con un convencimiento personal de la necesidad de hacer conocer las raíces espirituales del Papa Francisco. Espero contribuir con estas breves páginas a un mayor conocimiento de su personalidad, que ayude a los católicos a unirnos más afectiva y efectivamente a la persona del Romano Pontífice. Que sea una realidad para todos aquellos anhelos de un santo de nuestro tiempo, san Josemaría Escrivá de Balaguer: «Omnes cum Petro ad Iesum per Mariam! —que todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús por María» [1]. Tuve la fortuna de tratar al cardenal Bergoglio con bastante asiduidad desde el año 2000. Compartí con él y otros obispos argentinos la experiencia inolvidable de la Vª Asamblea General del Episcopado de América Latina y el Caribe, que tuvo lugar del 13 al 31 de mayo de 2007 en Aparecida, Brasil. Vivíamos en el mismo hotel, y el convivir diario me hizo profundizar en su conocimiento. A mi regreso a Argentina en el 2008, después de 27 años de ausencia, seguimos tratándonos frecuentemente. Actualmente soy el Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en Argentina, y en razón de esta tarea el trato se intensificó. Conservo cartas suyas, el recuerdo de llamadas telefónicas familiares y cercanas, preocupaciones comunes. Las páginas que siguen no serán principalmente testimoniales. Se basan sobre todo en sus escritos y sus declaraciones. El esquema es sencillo. En el primer capítulo abordamos su biografía esencial, desde la perspectiva de su vocación en la Iglesia Después, trataremos de describir algunos rasgos de su vida espiritual, para a continuación abocarnos a las distintas manifestaciones de su fervor apostólico: salir en busca de las almas, implementar una pastoral anclada en la memoria de los bienes que el Señor nos ha hecho —a la humanidad, a cada pueblo, a cada persona—, dialogar con todos —cristianos, judíos, creyentes de otras religiones, ateos— para llegar a la verdad de Aquel que dijo de sí mismo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14, 6). El libro termina con un testimonio personal y un apéndice con un texto del cardenal Bergoglio a los sacerdotes de Buenos Aires del año 2007, muy manifestativo de su talante espiritual y apostólico". (pp.7-8)

"Era el catecismo de santo Toribio de Mogrovejo" p.28

Hay un texto del entonces arzobispo de Buenos Aires que deseo traer a colación, porque se refiere a esa identidad latinoamericana, mestiza y cristiana, que compartimos desde México hasta Tierra del Fuego: «Los pueblos tienen memoria, como las personas. La humanidad también tiene su memoria común. En la cara del mataco está la memoria viva de una raza sufrida. En la voz del riojano está san Nicolás. Mons. Tavella contaba que en un pueblo de su diócesis encontró a un indio rezando tremendamente concentrado. Estuvo mucho tiempo así, al obispo le llamó la atención y le preguntó qué rezaba. «El catecismo» contestó el indio. Era el catecismo de santo Toribio de Mogrovejo. La memoria de los pueblos no es una computadora sino un corazón. Los pueblos, como María, guardan las cosas en su corazón. La alianza del pueblo de Salta con el Señor del Milagro, el Tincunaco, en fin, todas las manifestaciones religiosas del pueblo fiel, son una eclosión espontánea de su memoria colectiva. Allí está todo: el español y el indio, el misionero y el conquistador, el poblamiento español y el mestizaje. Lo mismo pasa aquí en Buenos Aires. A Luján va la gente del interior que vino a buscar trabajo, va el inmigrante que vino a hacer la América... pero el punto de unión es siempre el mismo: la Virgencita, símbolo de la unidad espiritual de nuestra nación, anclada en la memoria de nuestro pueblo» (Mente abierta, p. 88) [1].

Nota: Los matacos son un pueblo indígena del Chaco argentino. San Nicolás es Patrono de la ciudad de La Rioja. Mons. Tavella fue un obispo de Salta, ciudad en la que se venera al Señor del Milagro. Todos los años, desde 1692, el pueblo renueva su alianza con el Señor en una ceremonia emocionante y en la que participan cientos de miles de personas. El Tincunaco es una celebración religiosa y popular de La Rioja, que recuerda la concordia entre indígenas y españoles gracias a la labor paciente de san Francisco Solano, evangelizador de esas tierras en el siglo XVI. Todos los primeros de enero se entroniza una figura de Jesús, el Niño Alcalde, que une a los distintos pueblos.