De ella afirman que la violencia de "Funny Games" la deja en cuento de hadas, que la contundencia de "Un profeta" se la aplica en toda regla, y aunque controvertida, polémica, alabada por muchos, detestada por otros tantos, rebela a su joven director como una promesa muy a tomar en cuenta en un futuro, desde luego, no muy lejano. Él es Philip Koch, y su ópera prima "Picco", película que tras abofetear la Sección Oficial de la Seminci previo paso por Cannes y Londres, seguro, dará que hablar en elFestival de Cine Alemán que a partir del próximo 31 de Mayo inaugurará su 13 edición en Madrid. ¿Razones? Tres jóvenes delincuentes inmersos en un sistema carcelario juvenil regido por la ley del más fuerte. Más claro, agua.
¿De qué va?
Kevin acaba de ingresar en un centro penitenciario para delincuentes juveniles. Debido al alto número de internos, tiene que compartir celda con Tommy, Andy y Marc. Los tres forjan una alianza de conveniencia en un sistema en el que solo prevalecen los fuertes y en el que imperan la violencia y la agresión soterrada. La represión y las palizas están a la orden del día, y a Kevin le cuesta integrarse. Ante todo está en el punto de mira de Marc y Andy. Tiene miedo de no aguantar la presión y Tommy le da un consejo de amigo: en este sistema sólo puedes ser víctima o culpable. Si quiere dejar de ser un perdedor, Kevin tendrá que empezar a pelear.
¿Qué ofrece?
Opresión, peleas, disputas, crimen, violencia, brutalidad y sangre, mucha sangre que envuelven "Picco" un contexto salvaje, un retrato sin concesiones que pone directamente el dedo en la yaga, apuntando, sin tapujo alguno, las carencias que asolan a la educación juvenil en Alemania así como en muchos lares de Europa poniendo en clara evidencia la funcionalidad del actual sistema penitenciario que rige en el país germano.