Luis García Dubus-Santo Domingo- Listin Diario - “Excúseme,pero ¿quién es usted? “Le pregunté’’, y añadí a modo de explicación, “Lepregunto porque he observado que viene usted a misa todos los días y comotambién me parece haberlo visto en televisión, me gustaría saber’’ - “Yo soy(me dijo su nombre) y soy diputado. Debe ser por eso que me ha visto usted enTV.’’ - “¿Y usted siendo diputado, va a misa todos los días? ¿Por qué?’’ -“Porque antes de diputado, yo soy cristiano, y vengo a diario a recibir susorientaciones, a alimentarme con la comunión y a pedirle la bendición.’’ -“¡Qué bien!”, exclamé. Y añadí: “Pues cuente con que en adelante oraré todoslos días por usted”.
- “Muchas gracias, yo necesito eso’’, me dijo cortésmente.
* * * * * * * En el evangelio de hoy le preguntan al Señorsi se debía pagar tributo al César o no.
El César, emperador romano, pretendía ser dios, y explotabaal pequeño pueblo judío, para con ese dinero pagarles a los funcionarios ysoldados que los estaban explotando, y para vivir rodeado de poder, en medio deadulación, prepotencia y lujos exagerados… “Jesús, adivinando su malaintención, les responde: ¿Por qué me tientan, hipócritas? Muéstrenme la monedadel tributo.’’ Le presentaron un denario. Y él les dijo: “¿De quién en estaimagen y esta inscripción? “ “Contestaron: del César.” “Entonces les dijo:“Den, pues, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” Lucas 22,18-21. La moneda llevaba impresa la efigie del César le pertenece a él comotributo, pero el ser humano, que lleva impresa la imagen de Dios, se debe a suCreador. Por eso, si el estado llegara alguna vez a reclamar algo de lo quepertenece exclusivamente a Dios, entonces “hay que obedecer a Dios antes que alos hombres” (Hechos 5, 29) El poder, el dinero y el prestigio son cosas quereclaman culto y adhesión, así como dedicación prioritaria.
Quien hace esto nomerece llamarse cristiano. Más bien son idólatras, porque lo primero para elloses aquello, y no Dios.
La pregunta de hoy
¿Y la política? La política es la actividad de los que rigeno aspiran a regir en los asuntos públicos, y es algo necesario, puesto queningún país u organización alguna puede lograr sus objetivos sin una dirección.Esa actividad podrá ser buena o mala, correcta o incorrecta,dependiendo de si está dedicada a servir al pueblo o a servirse del pueblo.
En el primer caso, la dirección estará apuntando haciaproteger la libertad, la vida, y el derecho que tenemos todos de perseguir lapaz y la felicidad.
Esta es la voluntad de Dios, y el político que la procureestará siendo bendecido por Él en su trabajo. Aunque en nuestro país esaactividad está desacreditada, tenemos políticos de mucho valor, como la personade quien hablé en el primer párrafo.
Ojala Dios dé esta vocación de servicio desde la política amuchos de los que tenemos a Dios primero.Necesitamos gente bendecida en nuestra actividad política,así que si usted comprende que ese es el deseo de Dios para usted, obedézcalo,y no le coja miedo porque: “Si Dios está conmigo, ¿Quién contra mí?’’