Creadores: Robert Kirkman & Dave Erickson
Iba a comentarles "Three Outlaw Samurai", la opera prima de Hideo Gosha, pero dos cosas me lo impiden: primero, que ahora mismo como que no tengo ganas de escribir al respecto debido a, segundo, que mientras la veía, mi familia, tan amorosa y respetuosa y oportuna como siempre, comienza a molestarme cuando iba en la mitad del metraje, hecho que me dejó bastante molesto desde entonces hasta el final, lo que a la larga me hizo no apreciar ni disfrutar una película que hasta que la imbecilidad comenzó estaba disfrutando por completo. La veré de nuevo y espero poder disfrutarla como la primera vez, aunque es obvio que sabiendo qué sucede y todo, ya no será lo mismo. Una lástima, maldición, y luego se preguntan por qué quiero estar lejos de todos... En fin, por suerte ayer terminó "Fear the walking dead", ramificación de la mala malísima "The walking dead", cuyo final me permite no desperdiciar un día de blog. Primero que todo, en cuanto a televisión, lo mejor que se ha hecho y hará en la televisión es "Malcolm in the middle", una obra maestra intemporal que hace reír y disfrutar sin complejos a grandes y a chicos sin importar qué, que no tiene ningún episodio malo en sus siete (¡¡!!) temporadas, y que a cada momento rebosa esa inconmensurable personalidad y desenfado, sin mencionar que cuenta con una gran abanico de memorables personajes (Malcolm, Dewey, Reese, Hal, Lois, Francis...) Sobre "Fear...", pues bueno, para que este párrafo introductorio no me quede tan largo, ya me referiré después del salto.
Ahora la cosa es en Los Angeles, en los momentos previos al apocalipsis zombi. La acción se centra en una disfuncional familia que consta de Maddy, madre separada de dos hijos (Nick, un drogadicto; Alicia, una tipa más o menos seria), y su novio Travis, quien a su vez tiene un distante hijo que vive con la ex, Liza. Todos tendrán que sobrevivir mientras la sociedad comienza su declive definitivo.
El plan original era ver los seis episodios de nuevo, pero ya ven cómo las eventualidades nos obligan a tomar caminos impensados. Qué rabia... Ni siquiera alcancé a sacar capturas, pero bueno, no es que "Fear..." nos ofrezca grandes imágenes o un despliegue visual arrollador; la ejecución es bastante normal y estimable, sí, pero no excelente ni distintiva. No es un demérito de calidad, pero pudo haber sido un insuflo. En cualquier caso creo que la gran gracia de las series de la tele, más que su dominio estético, es la pericia con que narran sus historias, tampoco la octava puta maravilla, pues aquellas que tienen una narración prodigiosa son pocas, la minoría, y aquellas que tienen una propuesta estética al nivel del cine (o de la narración misma, para evitar dolorosas comparaciones) son menos aún. Para qué andar con mentiras: esa campaña de que la tele es el nuevo edén creativo es pura mierda, quizás se la crean los perezosos e ignorantes. Dicho esto, pienso que "Fear..." es una notable serie cuya primera temporada es, perdonen que me repita, una notable introducción a lo que serán las temporadas venideras. "Fear..." no tiene nada que envidiar o copiar a "The walking dead", de hecho, pienso que Robert Kirkman, creador del cómic, decidió hacer la presente para que la marca Walking Dead dejara de ser tan vapuleada por culpa de la serie madre, a la larga la más conocida, incluso más que el cómic, que verdaderamente es una grandeza. La serie madre ha ido a peor con cada temporada, y como Kirkman es más bien un "consultor creativo" en vez de alguien que supervise guiones, me imagino que dijo, "qué demonios, hagamos unas serie buena por una vez que sea", y shazam, acá tenemos "Fear...", a la cual no se le puede acusar de tener orígenes meramente económicos, como una vil forma de seguir sacando dinero a los espectadores. Esto último me parece que significa que llegó la hora de explicar el porqué. Pues entonces vamos: Me sería fácil, aunque un poco infantil, comentar esta temporada reaccionando a otras impresiones escritas en la web. Se dicen muchas cosas que me pueden ayudar a estructurar este post, pero sigo algo irritado por todo así que mejor hagamos la cosa a la rápida: partamos con los personajes: considero que son buenos personajes, bien construidos e interpretados, bien relacionados y con propósitos bien definidos; por lo demás generan empatía en distintos niveles, dicho de otra forma, no son carteles sin personalidad que se mueven sin voluntad. Los que me caen mejor son Nick y Alicia, los hermanos, que aunque no lo parezca están desarrollados con mucha naturalidad y sus acciones son verosímiles a su entorno y a sus personas. La mamá me cae bien, no es ni tan idealista ni tan fatalista, es equilibrada y eso es bueno; por otro lado, Travis, el novio, es un remedo barato del gran Rick Grimes, es decir, el sujeto idealista que trata de hacer todo mediante una idea de bien que ya se ha ido al demonio y que lo único que hace es crear peligro para los demás, y que de seguro con el paso de las temporadas se volverá el líder justo pero duro, figura que a Kirkman le interesa sobremanera (sin duda este personaje es lo más débil del conjunto). A propósito de los demás, el señor salvadoreño también podría decirse que es el mejor, aquel que sabe que el mundo es territorio salvaje, hayan zombis o no, y que hay que actuar en concordancia. La ex-familia de Travis me cae mal, desde la esposa hasta el hijo, un verdadero cabrón que al menos lo han ido suavizando. El punto de todo esto es que si tenemos buenos personajes, la acción crece en interés puesto que más que ideas (no creo que nos intenten vender eso de la humanidad en tiempos del apocalipsis, aunque está claro que habrán retazos de ello), lo que se nos narran son hechos que ocurren a estos personajes, que son interesantes y se ven envueltos en hechos interesantes. Ahora corresponde el cómo se narran estos hechos. Se dice que la serie es lenta... No tengo como combatir ello, porque, a pesar de que el flujo de acontecimientos es nutrido y constante (no habrán baches de ritmo ni nada), el tempo de la imagen y del momento es efectivamente pausado: no es una acción frenética, es más bien una acción más o menos contenida, lo cual es un gran aliciente. Pienso que los episodios están bien narrados y desarrollados, sin premuras ni intentos de contemplación, todo a un ritmo que intenta mezclar, con total resultado, un frenetismo que queda en el ámbito de la pulsión, es decir, que todo se siente bajo la superficie, la promesa del caos y la violencia, con un tempo de la imagen que nos mantiene aislados en una casa o en lugares que no están precisamente abarrotados de zombis, para "contentarnos" con una calma de lo más tensa e intranquila. Este mecanismo está muy bien logrado, nos mantiene al borde del abismo, los nervios están a punto de estallar. En lo personal prefiero las historias que no tiran todo por la borda a cada momento y que prefieren avanzar a paso pausado pero seguro de que la tensión es constante, de que el desasosiego es perpetuo, sobre todo ante la idea de que una familia permanezca junta ante el apocalipsis y, sin embargo, la amenaza de la muerte y la separación esté a la vuelta de la esquina, peor, que todos ni siquiera dependan de sí mismos sino de fuerzas superiores tales como las autoridades, siempre con incógnitas y mentiras, o la fuerza de la naturaleza o el universo que dicen que, en el fondo, no tenemos poder de decisión en nuestro devenir: queremos permanecer juntos pero eso no tiene por qué suceder, después de todo no somos nada, estamos indefensos. Dicha sensación también está bien lograda. Ahora bien, el último episodio es el único que me ha hecho levantar peros, provenientes de situaciones que, contrario a lo fluido y natural de los episodios previos, resultan forzados porque intentan alimentar ciertas ideas o lecciones morales, por ejemplo, aquella que surge de cuando Travis, el señor bueno que quiere hacer todo bien y humano, le da una golpiza de aquéllas a un pobre idiota que se lo merecía: dicha escena no queda natural, ni siquiera la aparición del pobre diablo en cuestión: la misma se "justifica" más para mostrar que hasta el más correcto puede ser salvaje que para seguir una coherencia argumental. La otra situación... mierda, se me olvidó, pero iba por la misma línea: no son formas naturales de seguir un relato sino momentos puntuales que buscan erigir mensajes o qué sé yo. Nunca es bueno romper la independencia de un relato, a veces la misma no se puede recuperar. Con todo, pienso que esta breve temporada de seis episodios es una buena introducción, y una interesante y convincente declaración de intenciones para lo que se viene, al menos en su aspecto estrictamente formal: mucho caos fuera de campo, mucha incertidumbre en la imagen, personajes que intentan permanecer juntos y sortear las dificultades..., elementos que deberían ser más que suficientes para contentar al espectador, que en su mayoría no quiere reflexionar sino ver una historia bien hecha, algo que "Fear..." ofrece con creces (si quieren sustancia, se irá construyendo sola a medida que las cosas duras comiencen a suceder y los personajes a reaccionar... Ya verán). Espero que en esta ocasión no lo arruinen, aunque confío en Kirkman, después de todo, el cómic (cuyo próximo número sale el 14 de octubre, y promete ser infartante) es una puta genialidad, de la que espero la sexta temporada de "The walking dead" haga algo digno, pues de que hay momentos brutales, los hay, y me encantaría verlos en pantalla. Así que eso, "Fear..." tiene potencial y habrá que tener fe y paciencia; de seguro las temporadas venideras irán demostrando, poco a poco y con coherencia interna, lo brutal que puede llegar a ser este universo de muertos vivientes, que, tal como dice una vez Rick Grimes, no son los zombis, sino nosotros. Vamos por ello.