El jueves 19 fue el cumpleaños de mi madre y salimos a almorzar al mismo restaurante que siempre. Nos gusta mucho ese sitio y siempre que voy me pido la misma ensalada. A veces, cuando va mi padre con nosotros, pedimos una tabla de un metro con comida que da de sobra para todos, pero cuando solo vamos mi madre, mi hermano y yo, cada uno se pide su plato. Y esta vez quería probar algo que no fuera la ensalada de siempre y me pedí una pizza.... -.- La pizza era más grande que el plato y tenía pollo y cebolla caramelizada por encima y muchos más ingredientes mezclados con una salsa de queso... OMG! Aquello estaba de muerte. Pero es que también me pedí una cerveza y menos mal que la pizza llena bien el estómago porque la cerveza me subió en seguida y me quedé media atontada.
Después dimos una vuelta hasta subirnos al coche y volver a casa. A la tarde fuimos a buscar a mi abuela a su casa y cuando mi padre llegó del trabajo nos comimos la tarta. La tarta la había encargado mi madre como una semana o dos antes del cumpleaños porque la quería personalizada. Una de las grandes pasiones de mi madre es el running y lleva practicándolo incluso antes de que estuviera de moda. Es de las que va a las competiciones y queda en buenos puestos. Entonces la tarta tenía una carretera hecha con fondant, una muñeca con ropa de deporte, visera y gafas y su coleta rubia. Y como no, el arco de la meta.
La tarta estaba deliciosa, era de maracuyá. Y al día siguiente por la tarde fui al gimnasio a quemar todo ese azúcar jajajajaja. Me sorprendí a mi misma corriendo sin parar en la cinta casi 20 minutos seguidos. Me bajé porque me aburría, en serio, no porque estuviera cansada. Y me fui a hacer más cosas. Antes de irnos hice hombros (levantar peso hacia arriba para que nos entendamos jajaja) y tuve agujetas hasta ayer.
Y el domingo fui a casa de mis abuelos en la playa donde saqué varias fotos que estuve pasándole a Jorge para que conociera el pueblo de mi infancia. Pasé toda la tarde con mi familia porque celebrábamos el cumpleaños mi prima (cumplía 11 años) pero lo más divertido, de verdad no miento, fue resolver una sopa de letras con mi hermano en el piso de arriba de la casa (donde están las habitaciones) sin que nadie nos molestara. Es que... hay momentos en los que salen temas de conversación tipo Podemos, tipo fútbol, tipo lo que sea, y mi hermano y yo huimos.
Y ayer fui a clase y hablé con mi profesora del TFG y mañana tengo que ir a enseñarle lo que he hecho y no he hecho nada... ¡muy bien, Tahis! Así que ya me voy a ver si me da tiempo de hacer algo jajajajaja.
¿Y a vosotros como os ha ido la semana?No os olvidéis de visitar a mis ahijadas:
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