¿Sabes diferenciar entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente en los productos alimentarios?. Según la CEACCU -Organización Española de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios- uno de cada tres consumidores toma alimentos que han sobrepasado la fecha de caducidad y el 39% de los usuarios no es capaz de distinguir entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente.
Estas cifras resultan muy preocupantes, algo tan importante como qué alimentos podemos o no consumir y en qué fecha, debería estar al alcance de todos ya que está en juego nada más y nada menos que nuestra salud y la de nuestras familias.
Desde el 25 de octubre de 2011 la indicación de la fecha es un dato obligatorio en todas las etiquetas.
La fecha de consumo preferente la llevan aquellos alimentos más estables. Son alimentos que generalmente han sufrido algún tipo de tratamiento industrial que prolonga su vida útil. Pueden tener en su composición elevadas cantidades de azúcar (mermeladas, confituras), o por el contrario gran cantidad de sal (bacalao), alimentos congelados, deshidratados (verduras, embutidos, legumbres, cereales), frutos secos, en conserva, y un largo etcétera. Estos productos se pueden consumir pasada la fecha de consumo preferente ya que su consumo no entraña ningún riesgo para la salud; pasada esta fecha pueden perder algunas propiedades como aroma, color, sabor, pueden perder vitaminas pero no se produce crecimiento bacteriano perjudicial para la salud.
Si nos fijamos, cuando se trata de un alimento que tiene fecha de caducidad, ésta solamente es de unos días o de un corto período de tiempo; mientras que en los alimentos menos perecederos el consumo preferente puede ser hasta de años.
Cuando un alimento ha sobrepasado su fecha de caducidad no es seguro y por lo tanto no se debe consumir, por el contrario si un alimento ha sobrepasado su fecha de consumo preferente se puede consumir ya que sólo puede haber mermado su calidad pero sigue siendo seguro microbiológicamente hablando.
Si en casa tenemos algún alimento que va a caducar próximamente y no lo vamos a utilizar podemos congelarlo y así no lo tenemos que tirar, pero debemos tener en cuenta que en el momento que lo descongelemos debemos consumirlo ese mismo día.
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