“Yo tengo la idea de que las recién paridas están como iluminadas
por dentro y los niños se duermen horas y horas sobre ellas,
oyendo ese arroyo de leche tibia que les va llenando los pechos para que ellos mamen, para que ellos jueguen hasta que no quieran más,
hasta que retiren la cabeza: otro poquito más, niño…
y se les llene la cara y el pecho de gotas blancas.”
~ Federico García Lorca ~