Félgora y la Antesala del Olvido aborda el mundo de los sueños desde una perspectiva tan racional que consigue que lo irracional nos parezca real y que sintamos ganas de soñar al devorar su contenido, ya que la frescura con la que el autor urde su paisaje hace que las letras se aceleren en nuestras pupilas y las páginas caigan como hojas de otoño. Desde el principio del libro el lector se sumerge en la historia porqueel protagonista, Tomás, podría ser cualquiera de nosotros, un tipo corriente al que se le da la opción de vivir una vida paralela completamente diferente a la que soporta ahora, pero con una peculiaridad: esa vida trascurre en el mundo de los sueños. Ese mundo al que todos tenemos acceso, tan misterioso y atractivo pero tan temido y desconocido.
Tomás es un chico de veintipico años que durante toda la vida se ha visto obligado a hacer lo que sus padres le decían que hiciera: respecto al trabajo, la amistad, sus aspiraciones... todo quedaba siempre marcado por los deseos de sus progenitores. Sin embargo, un día llega desde sus sueños a un lugar llamado la Antesala (del olvido), un lugar regido por la inconsciencia en el que puede hacer todo lo que en la vigilia no ha podido hacer nunca. Sí, es el sitio perfecto, o al menos lo parece: porque Tomás no debería olvidar en ningún momento que querer permanecer en los sueños para siempre es muy, muy peligroso...Quizás lo más interesante de Félgora es su historia. Bueno, quitad el quizás: la trama creada por César es tremendamente novedosa. Cuando recibí el libro, no me esperaba para nada algo como esto, y es que detrás de esa maravillosa portada en tonos azules se esconde una joyita. Novedosa, atrayente y muy interesante es como yo definiría esta historia que no se ajusta mucho a los cánones de la literatura española (que perdonad que os diga pero salvo excepciones, últimamente me decepciona a little bit).
Detalle de la portada
(Sonia Verdú)
Dicho lo dicho, comentaré brevemente algo más (que me expando xD): el libro tiene una extensión muy pequeña y, a pesar de que se hace denso a ratos, por las descripciones principalmente, como dije antes, es una lectura muy recomendable para el verano. Engancha mucho sobre todo a partir de la mitad (y encima tiene una portada preciosa) pero me hubiera gustado conocer más detalles de la vida “real” de Tomás. Solo conocemos lo pobre y desgraciaíco que es... vamos a ver, digo yo que todo todo no sería malo.