Quienes fueron apresados por su diversidad sexual formaron parte del escalafón más bajo de los campos de concentración
[26/01/11] La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales quiere recordar y honrar, un año más, y en el Día del Holocausto, la memoria de las millones de personas que murieron a causa de la ideología nazi. A los seis millones de judíos que murieron en campos de concentración se suman otros cientos de miles condenados por su origen étnico, creencias políticas, creencias religiosas u orientación sexual e identidad de género.
Este año, la FELGTB acudirá invitada por la Casa Sefarad a los actos oficiales de conmemoración de las Víctimas del Holocausto, mañana, a las 19.00 horas, en el Auditorio Nacional de Música.
Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales fueron condenados a campos de exterminio nazi en un número que ronda entre las 5.000 y las 15.0000 personas. Pese a ser una mínima parte de los encarcelados, su situación era especialmente grave porque, marcados con un triángulo rosa, eran recluidos al estrato más bajo dentro de los campos de concentración por lo que el porcentaje de muertos era considerablemente alto.
“Mañana no sólo conmemoraremos a las víctimas del Holocausto, ejercicio necesario para mantener viva la memoria histórica, sino que celebraremos el día de la prevención de los crímenes contra la humanidad”, ha recordado Antonio Poveda, presidente de la FELGTB, “y no debemos olvidar que más de 70 países encarcelan a personas por su orientación sexual o diversidad de género, y otros 9 las condenan a muerte, a los que se suman aquellos Estados que miran para otro lado cuando se asesina o tortura al colectivo LGTB”.
“Se están multiplicando las muertes de homosexuales, transexuales y bisexuales en Centroamérica, no hay más que mirar las denuncias por ejemplo de activistas de Honduras de que éstas pasan ante la pasividad de sus gobiernos”, ha denunciado Gabriel Aranda, coordinador del Área Internacional. “Y todavía existen las violaciones correctivas en países como Sudáfrica, donde mujeres lesbianas o bisexuales son violadas con la excusa de que así dejarán de amar a personas de su mismo sexo, y son activistas quienes alertan de ello, como por ejemplo los de la organización Avaaz.org, pero no los gobiernos ni la comunidad internacional”.