Felices 140. Pequeños dramas sin importancia.

Publicado el 10 abril 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
Título original:
Felices 140
Año:
2015
Fecha de estreno:
10 de Abril de 2015  
País:
España
Director:
Gracia Querejeta
Reparto:
Maribel Verdú, Marian Álvarez, Eduard Fernández, Alex O'Dogherty, Antonio de la Torre, Nora Navas, Ginés García Millán
Distribuidora:
Sony
No hay mejor país que España para dirigir tu propio guión, aunque la historia no tenga demasiado gancho ni tu manejo con la cámara sea deslumbrante. Por ese tipo de cosas nuestra industria cinematográfica es como una pequeña familia en la que parece hay que colarse por la puerta de atrás para poder unirse a la fiesta. Y como buen reflejo de esa familia llega a los cines Felices 140, el nuevo largometraje escrito y dirigido por Gracia Querejeta, hija del productor Elías Querejeta, por si esta bonita metáfora familiar no hubiera quedado suficientemente clara. En su última película un grupo de amigos y familiares se reúnen en un inmejorable emplazamiento para revivir viejos tiempos y sacar a relucir los trapos sucios, una historia que ya conocemos desde antes de haberla visto, pero que gracias a los destellos de algunos actores llamativos no se hace del todo incómodo pasar demasiado tiempo en la butaca del cine.

Ese tipo de reuniones son el contexto ideal para crear una película de personajes verdaderos y variados al mismo tiempo. Pequeñas mentiras sin importancia y Festen son algunos de los muchos ejemplos que se podrían poner de este tipo de situaciones en los que un reencuentro o una reunión dan pie a desarrollar la complejidad del ser humano y las diferentes maneras que cada persona tiene de enfrentarse a un mismo conflicto. En Felices 140 los personajes cumplen el rango requerido para que haya un poco de todo, desde el matrimonio infeliz atado por razones mayores hasta el hombre que tiene tanto dinero que lo único en lo que puede pensar es en cómo conseguir más. Pero que haya variedad no significa que haya calidad, ya que algunos de los personajes resultan afables u odiosos, como es normal, pero otros generan una indiferencia que no se puede permitir un drama coral, en el que las relaciones entre estos personajes son un tanto incoherentes.
Las motivaciones sentimentales mueven al personaje más protagonista, el de Maribel Verdú, a reunir a este grupo de nuevo, pero más adelante en la película todo eso parece entrar en un caos del guión que alegando algo más propio de un abogado desesperado que de un guionista nos deja un momento tan vergonzoso que rompe con todo el clima que se había construido hasta ese instante. Para cerrar el tema de la incoherencia he de mencionar la extraña relación entre el personaje de Verdú con su sobrino, la cual parece saltarse la frontera del mero amor familiar. Hasta ese momento mencionado antes, que no revelaré para que no se pierda la sorpresa, Felices 140 sabe jugar con sus personajes y es un buen entretenimiento, nada trascendente, pero que avanza sin decaer, hasta que se produce la ruptura que en vez de convertirse en un clímax roba a los personajes de la credibilidad que se habían ganado. Aunque el hecho de tener en pantalla a Antonio de la Torre, Marian Álvarez, Eduard Fernández y Maribel Verdú alivia esos momentos que pueden resultar menos convincentes, logrando que el buen hacer de los actores sea el salvavidas de un grupo de amigos que no desprende demasiada naturalidad ni complicidad.

Este ejercicio sobre la excesiva importancia de los bienes materiales, lo que estos representan y cómo nos corroe por dentro una ambición vacua que no asegura alcanzar la plenitud en la vida, no tiene tanta profundidad como quiere alcanzar, con una dirección funcional y un guión que tampoco supone ninguna innovación, pero al menos la mente del espectador puede activarse en algunos momentos con el famoso ¿qué haría yo?, cuestión de la que muchas películas se alimentan, aunque unas con más habilidad que otras. Esperemos que la primera decisión de Querejeta como vicepresidenta de la Academia de Cine sea olvidarse de la posibilidad de mandar Felices 140 a los Oscar, decisión que podría empezar a enmendar la incomprensible elección de su anterior película, 15 años y un día, de hacerse con ese privilegio. Pero la familia es la familia.
5/10