Les hice unos sombreros piratas súper sencillitos, con cartulina negra y trapillo rojo. También les hice unas espadas de cartón y, en la empuñadura, les puse trapillo también para que no se cortaran. Preparé unos barquitos de cartulina negra que utilicé de platos para chusmerías varias. Y gracias a un descargable que encontré aquí, con calaveras piratas, decoré la guirnalda, los sombreros, las botellas de bebida...todo! Y chimpún...hasta ahí llegó mi creatividad montando la mesa...como siempre, todo parece mucho más fácil de hacer cuando lo ves en fotos de otros.
Pero bueno, lo importante es que se lo pasaran bien, y eso lo conseguimos! Una mamá amiga, se atrevió a hacer de pintacaras y todos eligieron qué querían ser. Los canijos y un par de amigos, decidieron que serían Spiderman...oye, es su fiesta, ellos deciden! Papajavi les preparó un partidillo de fútbol y todos lo dieron todo. Organizamos una búsqueda del tesoro, con mapa y todo, con varias pruebas dirigidas por la Jefa Pirata, mi sobrina, con carreras a la pata coja, huida del cocodrilo, balón prisionero y, por fin, encontrar el tesoro, que era un cofre lleno de bolsas de chuches y doblones de oro de chocolate. Era para haberles grabado en vídeo, con las risas que se echaron y la de chuches que comieron. Después, regresamos a casa a soplar las velas del pastel de chocolate (del que no voy a decir ni mu, porque era una receta estupenda del blog Bizcocho de chocolate y, como mi horno me odia, salió bastante churro...), y a seguir jugando hasta que los amigos se marcharon a casa. Cada uno se llevó su equipación pirata y una sonrisa bastante grande en la cara, con lo que me doy por satisfecha. Alguno hasta lloró, porque no quería irse!
Solo espero que los canijos recuerden con cariño sus cumples, igual que yo recuerdo los míos. Al día siguiente, las primeras palabras de Marcos fueron "qué guay la fiesta de cumple!"...:D Y aún quedan las celebraciones con la familia!
Muchas felicidades chicos! Os queremos infinito!