Este año además ha nacido mi niño pequeño, Antonio, torbellino de mi casa y sonrisa constante y el principal culpable de que yo hoy escriba en este blog, porque fueron sus desvelos nocturnos los que me trajeron aquí.Los dos, son el recuerdo permanente, de que hay que vivir cada día, cada momento, cada instante, porque cada uno de ellos es único y tenemos la suerte de poderlos disfrutar al lado de las personas que queremos y que nos quieren y eso es el mejor regalo que estas fechas pueden traernos.
Se que soy afortunada y lo tengo presente a diario, en cada queja absurda y en cada enfado que se vuelve insignificante frente a una sonrisa fugaz de alguno de los dos.Y desde aquí, mi pequeño portal al mundo, me gustaría invitaros a todos, a disfrutar de estos días y de todos los que vendrán, sin perdernos ni un solo instante de la vida, agradeciendo lo que tenemos, porque estas fechas, son días de recuerdos, de ausencias, de nostalgia, pero también son días de ilusión, de risas, de cante, de inocencia. Días en los que poder sentarnos a la mesa codo con codo con nuestra gente y reírnos, reírnos y hacer que estos recuerdos, esta nostalgia que a veces nos embarga, nos empuje también a convertir las Navidades para los niños de nuestro alrededor en esos días maravillosos que tenemos en el recuerdo.
Felices fiestas a todos y que en estos días estéis rodeados de los vuestros y de platos y postres maravillosos que seguro que prepararéis. Besitos.