No es amado Felipe VI en la Cataluña de los políticos independentistas y amantes del Sí, podemos. El ayuntamiento de la señora Ada Colau reprueba al Rey y exige que la Monarquía sea abolida. Esto queda muy rimbombante. Quedaría menos chillón sin se dijera también que hay muchos ciudadanos y ciudadanas que reprueban a la señora Colau. Todos tenemos amores y desamores.
Es el tema, la noticia: reprobar al Rey. El Gobierno del Presidente Sánchez intenta defender al monarca o hacer que lo defiende porque no vaya a ser que por ahí se le escape la República catalana independiente. Estos empiezan a decir Monarquía no y acaban diciendo viva su independencia. Yo creo que dicen las dos cosas a la vez.
Lo cierto es que Felipe VI se ha puesto en la diana de los independentistas desde que se pringo con un discurso que quedaba bonito para el electorado del centro derecha y quedaba estridente en la boca de un Rey que se supone que reina, no gobierna. No estuvo acertado. Lo más inteligente por su parte hubiera sido mirar hacía su prima Isabel II de Inglaterra y ponerse a leer los discursos del gobierno de turno. Por eso es tan querida Isabel II en el Reino Unido. Isabel II es un reina de revistas del corazón, con carroza cuando toca, con sombreritos, su bolsito, su familia pintoresca. Pero no es una reina de discursos que riñen en nombre de la monarquía.
Mucho me temo que estas reprobaciones a la persona de Felipe VI se irán multiplicando por el resto de las Españas. Unos empiezan y otros continúan. A poco que nos descuidemos vemos una reprobación de Felipe VI en el ayuntamiento de Madrid. La alcaldesa Carmena y la alcaldesa Colau se parecen mucho.