Feliz…

Publicado el 31 diciembre 2011 por Eowyndecamelot

Si fuera una persona como debe ser, y no la excéntrica rara vis (valga la redundancia por el énfasis) a la que ahora leéis, me plantearía el día de hoy una retahíla de buenos propósitos. Pero no puedo, por ejemplo, comprometerme a no fumar porque nunca he tenido esa costumbre (aparte de que a lo mejor voy a tener que hacerlo al revés para integrarme en el nuevo mundo mariano), a hacer dieta porque mi simbólico salario de mercenaria no me da ni para engordar un gramo, ni a ir al gimnasio porque ya estoy bastante agotada de echar carreras delante de los Mossos d’Esquadra (no, si aún tendré que agradecerles mi buena forma física). Por cierto, tampoco a aprender inglés porque se supone que ya sé; creo que anda colgado en algún  lugar de mi habitación un título de la Universidad de Cambridge que acredita que mi dominio de la lengua de Shakespeare es más que notable; lo que pasa es que en ocasiones tengo la impresión de que eso no es más que una creación de mis sentidos, y lamentablemente los anglófonos que hablan conmigo están de acuerdo. Vamos, que a Aznar a mi lado casi se le entiende.

Y si, además de ser una persona como debe ser, fuera una persona como Dios manda, os hablaría en este post de las cosas importantes a las que me dedicaría este año. Os recomendaría que, como yo, siguierais la Fórmula 1, jugarais al pádel y al golf, rezarais mucho, cumplierais el papel asignado en la familia patriarcal, honrarais a los muertos ilustres y comprarais cantidad de productos de marca, preferiblemente si los responsables de la misma se lucran reduciendo al mínimo más inconcible la seguridad laboral de sus trabajador@s y fomentando el trabajo infantil. Porque es digno de respeto saber enriquecerse, y eso te da la medida de tu validez como ser humano. Y así, comprendería que las medidas de austeridad son necesarias y convencería a mis pobretones subordinados que es por el bien del país que se les bajan los sueldos, se les sube vertiginosamente el transporte, se les retiran las ayudas y las protecciones en sus situaciones de peor indefensión, y se renuncia a todo lo que significa ecología, cultura, investigación, ciencia, educación; mientras que las personas que detentan el poder político y económico en el país no deben sufrir ni el más leve pellizco en sus inconmensurables e ilegítimas rentas porque ell@s son los que están en situación de salvar el país; cosa para que la que, desde luego, han demostrado sobrada voluntad, capacidad y resultados. Y también me ocuparía de que nadie pudiera acceder a la escolarización ni a la sanidad si no puede pagársela, que ni está el país para mantener vag@s ni vamos a permitir que l@s parias aprendan a pensar por sí mismos.

Y si yo creyera en algo, siquiera en la actual medición del tiempo, os desearía feliz año nuevo. Pero aunque hubiera nacido con capacidad de tener fe, esta se hallaría tan menguada por las circunstancias generales, y tal vez por alguna particular, que incluso el axioma “pienso luego existo” me parece dudoso. Así que solo os desearé que, de aquí en adelante y hasta que se acaben los días, los meses y los años, tengan estos el nombre que tengan, nunca os falte el criterio para entender todas las posibilidades, la razón para discernir cuál es la que más os conviene, el equilibrio para poder pararos a meditar, el valor para tomar decisiones y la fuerza para llevarlas a cabo.  Os deseo también que abunden en vuestra vida las personas que os quieran y a las que querer, esas personas por las que vale la pena vivir y luchar. Y que esta noche bebáis (con moderación, je je), bailéis y os divirtáis como si fuera la última despedida de año de vuestra vida. Que quién sabe… Esta que suscribe os acompañará en espíritu desde el reducto de los raros y los excéntricos donde no existen muchas de esas suertes.