Quedan unas horas para decir adiós a este año y, como canta Cavallé en el anuncio, saludar al que vendrááá. Dos mil trece no ha sido un buen año para mí y eso se ha visto reflejado en la lectura leyendo once escasos títulos.
En términos generales he disfrutado lo poco que he leído y él único que no ha cumplido mis expectativas es La elegancia del erizo, del que os hablé aquí. El resto han sido lecturas placenteras entre las que destacan Max y Moritz, una joya literaria y desconocida por muchos lectores, y Entre tonos degris, un libro duro por el tema que trata pero que deja poso en quien lo lee.
También ha sido el año en el que nació Libropoli una tarde de aburrimiento hace ya dos meses; nunca pensé que alguien que no fuera mi gente cercana se interesara en él, menos aún que intercambiara opiniones con esta que está al otro lado de la pantalla. Gracias y mil veces gracias.
Terminar bien el año y empezarlo mejor. Mis mejores deseos para todos vosotros.
Fuente de la imagen: http://cldv3cicloprimaria.files.wordpress.com/2012/07/feliz-2014.jpg