Feliz Año Nuevo y sin darnos cuenta: ¡las Rebajas ya están aquí!

Por Lanena @virginiaELB

Feliz Año Nuevo. ¿Qué tal han ido vuestras fiestas? Las mías han tenido de todo: Reencuentros con personas que no veía desde hacía muchos años, familia, drama familiar (que no falte), diversión, regalos, alcohol jajajaja, comida, muuucha comida, amigos, amor, mucho amor y maridin

Deseo que este nuevo año venga cargado de muchas cosas estupendas para todos

¿Y qué pasa cuando acaban las fiestas? Pues que ¡empiezan las Rebajas! Jajajaja El año pasado ya publiqué un post muy racional sobre cómo comprar en Rebajas que podéis recordar aquí.

Este año el post será algo más profundo y menos racional. A ver si lo consigo, veamos

Situación: Ves algo que te gusta. Te lo pruebas. La prenda te queda perfecta. Largos, color, detalles, entallados, etc. Cuando llevas la prenda notas que te arropa. Te miras al espejo y te ves espectacular. ¡No lo dudes más: compra!

Y en caso de estar en la misma situación anterior pero además la prenda es de marca. Rebajada un 60% pero aún así cuesta una cifra importante. No lo dudes: ¡Compra!

Aclaración: A ver no te vayas a quedar sin comer por comprarte un abrigo. Pero si ves que aunque es un pelín arriesgado te lo puedes permitir. ¡Compra!. ¿Por qué lo digo tan tajante?, dejarme que me explique.

Mirando en mi armario he visto una de mis prendas preferidas: esta chaqueta tipo levita con print animal que compré hace ya 15 años en una tienda de la Calle Serrano que ya ni existe.

En ese momento no conocía la marca, la chaqueta estaba rebajada pero aún así era una cantidad que racionalmente me habría parecido demasiado para esa época en la que no tenía una seguridad económica.

Me probé la prenda, sólo para poder sacarle algún defecto y quitármela de la cabeza. Pero cuando me miré al espejo supe que no podía dejarla de nuevo en la percha. Necesitaba llevarme esa chaqueta.

Me sentía fenomenal con ella, me daba tal “subidón” al mirarme al espejo que me hacía sentir súper segura de mí misma. Me quedaba con un guante. Todo en su sitio. El color me favorecía. El estampado era de mi estilo. Tuve que sucumbir. Así que me la compré no sin pensar que estaba haciendo una locura.

Pues bien, después de tantos años sigo teniendo esa chaqueta como nueva. La he utilizado en mis mejores momentos de la vida. La cuido como si fuese de oro. Pero lo mejor de todo es que me sigue quedando como un guante y encima no se pasa de moda nunca. Además siempre que la miro sonrío porque sé lo que me costó comprarla y como conseguí superarlo.

Así que este post es para que en estas Rebajas encuentres tu prenda. Que no te mueva la cantidad de prendas que compres sino que sea una cuestión de calidad.

Para que cuando vuelvas a mirar esa prenda a lo largo del tiempo tenga unos recuerdos y cree raíces en tu vida. En vez de cansarte de ella en unos meses y la dejes olvidada en tu armario o peor aún, ¡la tires!

Para mí eso es una compra inteligente.

Os aviso que la semana que viene no habrá post pues me voy de viaje. Me veréis por mis redes sociales y por aquí nos veremos la siguiente semana