Año tras año, desde que el nuevo año va tocando cada uno de los diferentes países del globo terráqueo, de acuerdo a los diferentes husos horarios, los medios de comunicación nos han acostumbrado a ir viendo imágenes de las espectaculares celebraciones populares que se van llevando a cabo. Empezando por las Islas Samoa hasta Hawái, pasando por Auckland, Sidney, Shanghái, Kuala Lumpur, Dubái, Moscú, Londres, Brazil, así como la mítica imagen de Times Square en Nueva York.
Este año Barcelona se ha querido apuntar a ese listado de ciudades mediáticas, y para ello el Ayuntamiento de la ciudad, junto a Turisme de Barcelona, ha optado por elegir un escenario y diseñar un espectáculo especial con la marca "Barcelona".
El lugar elegido ha sido la explanada de la Fuente de Montjuic, con el Palacio Nacional de fondo y sus haces de luces que lo coronan a modo de tiara. Respecto al espectáculo, tomando como base el exitoso piromusical de las fiestas de la Mercè, se ha querido ir algo más allá y se ha optado por encargar el diseño de un espectáculo futurista y rompedor al más puro estilo Fura dels Baus, grupo teatral que ha marcado la historia de Barcelona con el espectáculo que idearon para inaugurar los Juegos Olímpicos del 92. Tampoco ha faltado un guiño a nuestra cultura popular con la participación de los Castellers (concretamente los del barrio de Sants), Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, que incluso tuvieron el honor de que The Wall Street Journal les dedicase un espacio en su portada del día 12 de diciembre.
En fin, una buena apuesta… Pero que como todo lo nuevo, siempre es mejorable, tal y como opinamos muchos de los que estuvimos allí.
Nada que objetar con el procedimiento elegido para hacer sonar las doce campanadas, en medio de diferentes volcanes de fuego que rodearon a los espectadores. Realmente fue una imagen impactante. Pero no fue lo mismo con el espectáculo. Imposible poder visualizarlo si te encuentras en medio de 70.000 personas (datos parece ser que oficiales), que no paran de moverse de un lugar a otro, donde los móviles y las cámaras de fotos suben por encima de las cabezas limitando la excasa visibilidad, y donde los altavoces y las pantallas gigantes están junto al escenario, mientras que la mayoría del público está situado a unos cuantos metros de distancia, a lo largo de toda la Avenida Reina Maria Cristina. Un espectáculo pirotécnico se puede disfrutar perfectamente de pie, pero no ocurre lo mismo con un espectáculo teatral, donde la imagen de lo que va ocurriendo es lo más interesante.
En fin, que si nos limitamos a leer la información aparecida en los medios de comunicación, creeremos que “ha sido algo sencillamente inolvidable, fantástico e impresionante”, pero si lo has vivido desde la masa de espectadores que ayudamos a llegar a esos 70.000 espectadores, la cosa cambia. Le agradecería al Ayuntamiento (como creo que harán otras muchas personas) que hagan un balance realista de los pros, pero también de los contras, con la finalidad de mejorar de cara al año que viene... O mejor dicho a esta próxima Nochevieja, ya que ya estamos en el 2014.
Aquí os dejo una recopilación de algunas de las imágenes que pude tomar desde mi posición, para que tengáis la visión de lo que pude ver del espectáculo. Y quiero aprovechar la ocasión para desearos, de manera general, un muy ¡FELIZ AÑO NUEVO!
Para saber más:
Campanades de Cap d'Any 2014 (video)
Unas 70.000 personas dan la bienvenida al año en la nueva fiesta de Barcelona
New Year celebrations welcome 2014