Aunque no sea un número redondo, el cienciólogo más conocido del mundo bien se merece que le felicitemos sus 51 años y repasemos su vida y obra. Mas aún si tenemos en cuenta que no pasa por su mejor momento personal tras su divorcio de Katie Holmes, del que aún no se ha recuperado y del que dice es “el amor de su vida”.
El actor, nacido Thomas Cruise Mapother IV el 3 de julio de 1962, hijo de una profesora y un ingeniero eléctrico, quiso dedicarse a la lucha libre, deporte que practicó hasta que una lesión de rodilla le obligó a dejarlo. También estudió durante una época en un seminario franciscano de Cincinnati con la firme intención de ordenarse sacerdote hasta que descubrió el teatro y decidió buscarse la vida como actor. De la afición a la lucha libre cogió el fondo deportivo que luce en sus incontables películas de acción donde se jacta de no usar dobles para las escenas de riesgo, y de la segunda afición, la católica, renegó tiempo después para convertirse en un adepto a la cienciología.
Cruise debutó en el cine con Amor sin fin (1981, Franco Zeffirelli) aunque realmente empieza a darse a conocer con la película Risky Business (Paul Brickman, 1983), donde tiene su mítica escena de baile en el salón en calzoncillos y camisa y que le valió su primera nominación a un Globo de Oro. Poco después Francis Ford Coppola le da otra buena oportunidad en Rebeldes (1983), donde actúa rodeado de jóvenes estrellas de la época como Patrick Swayze, Emilio Estévez o Matt Dillon.
Y es que ya desde sus inicios consigue papeles de gran éxito comercial junto a los mejores actores y directores. Basta recordar Top Gun. Ídolos del aire (Tony Scott, 1986), que le encumbra como sex symbol, pero también todos sus trabajos durante sus más de treinta años de carrera con grandes nombres del cine, como su participación en El color del dinero dirigida por Martin Scorsese (1986) y donde compartió reparto con Paul Newman, su papel en Rain man (Barry Levinson, 1987) junto a Dustin Hoffman, o sus dos trabajos a las órdenes de Steven Spielberg en Minority report (2002) y La guerra de los mundos (2005).
Ya en la época de Entrevista con el vampiro (Neil Jordan, 1994), Cruise se posiciona entre los actores mejor pagados de Hollywood, y a lo largo de su carrera ha sido nominado tres veces a los Óscar por Nacido el cuatro de julio (Oliver Stone, 1989), Jerry Maguire (Cameron Crowe, 1996) y Magnolia (Paul Thomas Anderson, 1999) por las que sí ganó los respectivos Globos de Oro.
Pero Cruise, que ha trabajado como guionista en Días de trueno (1990) y como director con un episodio de la serie de televisión Fallen Angels (1993), destaca también en su vertiente de productor, que lleva ejerciendo desde Misión Imposible (1996) y gracias a la cual ha apoyado trabajos como Los otros (Alejandro Amenabar, 2001), Vanilla Sky (Cameron Crowe, 2001), o El último samurái (Edward Zwick, 2003).
Su faceta personal tampoco ha pasado desapercibida y ha sido relacionado sentimentalmente con Heather Locklear, Cher o Sofia Vergara, y ha estado casado en tres ocasiones. En 1987 contrajo matrimonio con la actriz Mimi Rogers, seis años mayor que él y quien introdujo a Cruise en la cienciología. El matrimonio duró tres años, hasta que a finales de 1990 se le relaciona con la australiana Nicole Kidman, a la que conoció en el rodaje de Días de trueno (Tony Scott, 1990) y con la que estuvo casado hasta el año 2000 y con la que adoptó dos hijos, Isabella y Connor. Con la actriz australiana rodó el último filme de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut (1999), con la que empezaron los rumores de separación entre ellos debido en parte al difícil proceso de filmación de esta película que se alargó más de dos años. Finalmente, Kidman y Cruise se divorciaron en 2001.
Poco después inició una relación de tres años (salpicada de rumores de montaje) con la española Penélope Cruz, con la que trabajó en Vanilla Sky (Cameron Crowe, 2002), la versión americana de la española Abre los ojos (Alejandro Amenabar). En 2006 coincidiendo con su época de más baja popularidad se casó con la también actriz Katie Holmes, con la que tuvo una hija ese mismo año, Suri, y de la que se separó en 2012, según los rumores por su manía ciencióloga.
En su aspecto profesional Cruise renació de sus cenizas recuperando su popularidad gracias a papeles como el paródico magnate Les Grossman en Tropic Thunder (Ben Stiller, 2008), y la revista Forbes publicó en 2012 que era el actor mejor pagado de Hollywood superando a estrellas como Leonardo DiCaprio. Entre sus últimos éxitos están Oblivion (Joseph Kosinski, 2013) y ya está prevista la quinta parte de Misión Imposible para 2015 en la que Cruise volverá a interpretar al agente secreto Ethan Hunt en una saga que ha generado más de 2.000 millones de dólares. En su vertiente personal aún no parece haber superado su último divorcio con Holmes y, según los rumores, se plantea dejar la cienciología para recuperarla. Seguiremos atentos…