El día 28 de mayo se celebra el Día Internacional del Juego desde el año 1999. En este día se quiere resaltar la importancia del juego para los niños y recordar que es un derecho definido en la Convención de los Derechos del Niño.
Los niños tienen derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales. Y los adultos debemos garantizar las condiciones necesarias para el juego.
¿Recuerdas cuando eras niño? ¿qué era lo que más te gustaba hacer? seguro que jugar a algo.
Pues a nuestros hijos les pasa lo mismo, adoran jugar y de hecho lo necesitan para comprender el mundo y aprender cosas, porque el mayor aprendizaje que desarrollan nuestros niños se materializa a través del juego.
Muchas veces queremos que nuestros hijos hagan muchas extraescolares para que estén preparados para la vida y no nos damos cuenta de que no tienen tiempo de jugar.
Y quiero llegar más allá.
No sólo creo que los niños necesitan más tiempo para jugar, también pienso que necesitan jugar más con sus padres.
Los niños necesitan jugar más con sus padres
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Se sincero ¿cuánto rato has jugado hoy con tu hijo? ¿y ayer?
Pero jugar de verdad ¿eh? colocar piezas del puzle mientras miras el móvil no cuenta.
Yo hice la prueba hace tiempo , decidí sentarme en el suelo a jugar con mis hijas a lo que ellas quisieran y me obligué a mi misma a no mover el culo durante un rato considerable ¿y sabes qué pasó? que me di cuenta que constantemente tenía tentaciones de levantarme y “hacer cosas”: poner una lavadora, hacer una llamada de teléfono, apuntar la lista de la compra, recoger los juguetes, etc.
Los niños aprecian muchísimo el tiempo que juegan con sus padres, les ayuda a sentirse queridos, aumenta su autoestima y les hace ser más felices. Y esto no lo digo yo, lo dice la ciencia porque se ha visto que los momentos de juego con los padres activan los opioides del cerebro haciendo que el niño se sienta feliz.
Si además dejas que el niño dirija el juego, la activación de opioides es mayor y hace que el estrés y la agresividad de los niños disminuya.
Sue Jenner (autora de Aprender a Ser Padres) realizó un experimento en el Hospital de Maudsley en el que vio que los niños proclives a la agresividad se sentían mejor y se comportaban mejor socialmente después de jugar con sus padres a juegos liderados por ellos (sin que los padres eligieran el juego ni les dijeran lo que tenían que hacer) y además vio que el vínculo entre padres e hijos se intensificaba.
Así que hoy te invito a jugar con tus hijos, a pasar una tarde divertida sin estar pendiente del teléfono y a dejarles dirigir el juego como ellos quieran.
¿Te animas a jugar con tus hijos?