A estas horas, imagino, muchos de vosotros estareís pendientes de la televisión y la radio, cruzando los dedos para que uno de esos niños diga en alto el número de ese décimo que apretais con fuerza... Llega la Navidad, y un servidor se dispone a hacer las maletas para, como el turrón de toda la vida, volver a casa para pasar las próximas semanas. Me conozco, y seguramente pase mucho menos de lo habitual por el blog en los próximos días, así que no quería dejar pasar la oportunidad de desearos a todos la más blanca y feliz de las Navidades;
En primer lugar a todos y cada uno de los que pasais por aquí, ya sea habitualmente, de rebote o engañados; también a ti, porque las canciones no tendrían el mismo sentido si no te hubiera conocido, a mi buen amigo Raúl, por ayudarme con los temas de diseño y currarse algo tan bonito y original como éste árbol; a mis compañeros de SextoHombreDigital, por el mucho esfuerzo e ilusión que le ponen a ese proyecto del que cada día me siento más orgulloso de formar parte; a los de Mundoactua, porque seguro que vamos a hacer cosas muy interesantes juntos; a Adrián Usero, por ese discazo que ya está en camino (;)), a los chicos de Aeroplano 21 (¡suerte amigos!), a Alfredo González, por dejarme vivo de frío Almudena Jiménez por sus saltos mortales, a Alondra Bentley por grabar un disco mágico; a Amaro y sus compañeros de Glez por ser tan simpáticos y hacerlo tan bien, a Ashworth, por escribir canciones que saben a otra época, a las chicas de Boat Beam por su originalidad, a mis amigos de Capítulo 7 porque la cosa rueda (¡suerte!), a Carlos Chaouen por cantar a medio pulmón, a Carlos Cross por escuchar los latidos; a Carlos Madrid por empezar con tan buen pie y coronarse campeón de invierno, a Carlos Siles por ser una de las mayores sorpresas del año (¡enhorabuena campeón!), a Copiloto por Marta y los escaparates, a Coque Malla, por taparme la boca a base de canciones, a Daniel Merino por darle vida la música en Bilbao, a Depedro por ser como el viento, a Desastre Accidental porque esto acaba de empezar; a Dorian por ser los únicos capaces de hacerme escuchar música electrónica, a Edu Vázquez por su lluvia de sombreros, a Emite Poqito por no quererse enamorar del mal, a Fabián, por convertirse por méritos propios en mi escritor de canciones favorito, a Francisco Nixon por querer quedarse el perro, a Garrett Wall Band, por regalarme uno de los discos más bonitos del año, a Gastelo por quemar como el sol, a Havalina por mostarme el lado positivo de la imperfección, a Javier Álvarez por morder por fuera y comerse por dentro; a Jorge Marazu por cantarle a la soledad, a Julio Demonio por hacerme caer en la trampa de la hormiga león, a Katamalo por hacerlo tan bonito en euskera, a L.A por sus manos, a Laura More por llegar a tiempo, a Los Pájaros por acercarme a Bilbao el sonido de América, a Los Reservas por ser lo mejor para tí, a Los Seis Días, por demostrar que odiar también es bello, a Love of Lesbian por causar tantos incendios de nieve, a Lovely Luna por haber vuelto, a Luis Ramiro por Dramas y Caballeros, a Maderacore por venir, ver y perder; a Mamut por sus amaneceres en Pekín, a Manolo Tarancón por un discazo, su amistad y permitirme colarme en la radio con él, a Manuel Cuesta por el superhéroe que lleva dentro, a Marcos Decker por rockanrolear, a Marwan por ser mi paracaídas, a Mäbu por llevar todo el aire del norte en el pulmón, a Mikel Izal por tocayo y paisano, a Miss Caffeina por llenar mi habitación de Otoño y mariposas, a Muñeco Vudú por su dedo en el gatillo, a Nacho Vegas, porque algún día me entrará, a Pablo Ager, por no pensárselo, coger la guitarra y subirse en coche hasta mi pueblo para tocarse unas canciones (¡gracias Pablo!), a Pablo Moro por hacerme gastar en cosas poco apropiadas la arena de los sueños y la pasta de la revolución y escribir canciones que me parten en dos, a Paco Loco, por ser el Panorámix de la música española, a Pequeña Piltrafas porque me fascina su nombre, al Pequeño Club Imposible por no tener nada que envidiar a los Travelling Willbury´s, a Pereza, porque al fin y al cabo, molan; a Pájaro Jack por empezar a volar alto, a Pájaro Sunrise por un disco doble al que no le sobra nada, a Quique González, por tantos y tanto años (el domingo nos vemos, compadre), a Rafa Pons por llenar de nieve mi ventana, a Rebeca Jiménez porque todo llegará, a Ricky Fakner por convertir en oro todo lo que toca, a Russia Red, porque, aunque ella no lo sepa, quién sabe, sin su música tal vez nada habría sido igual, a Second por demostrarme lo valiosas que son las fracciones de un segundo; a Sergio Makaroff por cantarle al humor, a Sidonie por ese incendio que no se apaga, a los Stereotipos, porque vuelven con lo que seguro será un discazo, a Supersubmarina, porque suben como la espuma, a Suite Momo por meterle caña y tener una de las managers más molonas (¡gracias Joana!), a The New Raemon por tradición, a los Sunday Drivers por bordarlo, a Tortel por ser pop, a Vaivencida porque habría que estar ciego para no ver que va a romperlo todo y además tiene un guitarrista de lujo, a Lyona por sus videoclips, a Miguel (Promociones sin fronteras) por tenerme en cuenta, a Varry Brava por su radiactividad; a Vetusta Morla por hacer historia, a Vikxie porque tiene madera, a Vinodelfin por ser seres únicos, a Willy Naves por esa casa en la playa, a Xavi Aparici por vivir muy cerquita de la mitad de un altibajo, a Zahara por ponerle música y color a un año inovidable, y a Zarra, porque esto no ha hecho más que empezar y porque no sé con quién iría a los conciertos si no te conociera... ;)
No quisiera olvidarme de todos esos blogs que visito a diario, no sé dónde descubriría la música si no fuera por vosotros... Y, cómo no, a todos los que visitais y os animais a comentar, dándole la vida a este rincón perdido de la red. Seguro que me he olvidado de mucha gente, pero he intentado recordar a todos, espero sepais perdonarme...
Lo dicho, felices fiestas a todos y cada uno de los que formais parte de este universo de canciones, un abrazo enorme para todos vosotros, Mikel.