El año toca a su fin. Aunque personalmente no puedo quejarme del resultado del mismo ni en lo profesional ni en lo personal, esto no es así para todo el mundo. Así que tendremos que luchar con más fuerza si cabe para que el 2012 sea un año inolvidable. Y lo sea para todos.
Por delante, un par de semanas de descanso en familia. Aprovecharé para volver a caminar de nuevo los últimos 120 kilómetros del Camino de Santiago con mi hijo Alvaro. Ten por seguro que todos tus anhelos, esperanzas y deseos para el año que está a punto de empezar tienen un hueco en mi mochila hasta los pies del Apóstol Santo. Aquí podrás seguir nuestros pasos.
¡Que pases una muy Santa y Feliz Navidad!
PD. No te pierdas la magnífica versión del Hallelujah de Cohen que hacen para la Fundación Prodean mis amigas del Colegio Entreolivos de Sevilla.